The CHE proposes to create a twenty of zones flooding to laminate the avenues of the Ebro
Fri, 30/10/2009
La CHE propone crear en todo el tramo medio del Ebro más de una veintena de áreas que puedan anegarse de forma controlada mediante una red de compuertas para laminar así las grandes avenidas en el eje de la cuenca. De momento, la Confederación ha obtenido el visto bueno para acondicionar cuatro de esas zonas inundables, todas ellas en las provincia de Zaragoza, pero sus técnicos ya están estudiando otra veintena de ubicaciones en Aragón, Navarra y La Rioja que en conjunto permitirían absorber unos 40 hectómetros cúbicos (hm3).
Ese volumen de agua, equivalente a más de tres horas de una riada como la de febrero de 2003 -la que obligó a evacuar Pradilla-, permitiría reducir la altura de las grandes avenidas paliando el riesgo tanto para los cascos urbanos como para los campos de cultivo. El organismo de cuenca recuerda que un descenso de solo unos centímetros puede ser decisivo para que una mota se colapse o no, por lo que insiste en la necesidad de habilitar el mayor número de áreas inundables posible.
"Estas zonas solo se pueden crear con el acuerdo de los ayuntamientos y de los agricultores -destaca el jefe del área de Gestión Medioambiental de la CHE, Lorenzo Polanco-. Nuestros técnicos están estudiando la viabilidad técnica de cada emplazamiento, pero luego son los alcaldes y los propietarios de las tierras que se inundarán los que nos tienen que dar permiso".
Polanco recuerda que, además de rebajar la altura de las avenidas, la red de compuertas también reducirá los daños que sufren las infraestructuras agrícolas. "El agua entrará en los campos lentamente y saldrá en cuanto pase la riada, por lo que las afecciones en riegos, caminos y parcelas serán inferiores a las que se producen cuando una mota revienta", explica.
Retranqueos "puntuales"
Las zonas de inundabilidad controlada son una de las medidas propuestas por la comisión técnica encargada de buscar soluciones al problema de las riadas en el tramo medio del Ebro. En realidad, la creación de estas áreas forma parte de un conjunto de actuaciones que también incluye el desvío parcial del río para proteger los cascos urbanos de Novillas, Pradilla, Boquiñeni, Cabañas, Alcalá y Pina; el retranqueo "puntual" de algunas defensas para dar más espacio al Ebro; la mejora de la permeabilidad de los puentes; y las limpiezas de cauce en puntos determinados.
De momento, la CHE ya ha habilitado una primera área en Novillas que terminó de acondicionarse en verano y que podrá almacenar 3,3 hm3, anegando hasta 315 hectáreas. Además, ya se están instalando unas compuertas en Pradilla y antes de final de año se habrán terminado de crear otras dos zonas más en Pina. En total esas cuatro primeras áreas absorberán 7,1 hm3.
Posibles alternativas
"Las zonas de Novillas, Pradilla y Pina son los proyectos piloto -comenta el jefe del área de Gestión Medioambiental de la CHE-. Al mismo tiempo, estamos estudiando otras 19 posibles ubicaciones en las que habrá que comprobar tanto su viabilidad técnica como la disposición de sus gentes".
Muchas de esas alternativas se encuentran en municipios navarros y riojanos: Alfaro, Arguedas, Tudela, Cortes. No obstante, los técnicos también se plantean habilitar otras áreas de inundación controlada en Boquiñeni, Remolinos, Alcalá de Ebro, Torres de Berrellén y Utebo.
"El listado no está ni mucho menos cerrado y seguimos buscando parajes que sean apropiados -insiste Lorenzo Polanco-. Lo ideal es encontrar zonas en las que se pueda alcanzar una buena altura de agua para que con la menor extensión de terreno inundado se pueda almacenar el mayor volumen de agua posible".
En cuanto a los plazos para la puesta en marcha de las distintas actuaciones, la CHE quiere avanzar lo más rápido posible y confía en que, conforme se vayan acabando las primeras áreas, haya más ayuntamientos y agricultores dispuestos a instalar compuertas en sus defensas.
Ese volumen de agua, equivalente a más de tres horas de una riada como la de febrero de 2003 -la que obligó a evacuar Pradilla-, permitiría reducir la altura de las grandes avenidas paliando el riesgo tanto para los cascos urbanos como para los campos de cultivo. El organismo de cuenca recuerda que un descenso de solo unos centímetros puede ser decisivo para que una mota se colapse o no, por lo que insiste en la necesidad de habilitar el mayor número de áreas inundables posible.
"Estas zonas solo se pueden crear con el acuerdo de los ayuntamientos y de los agricultores -destaca el jefe del área de Gestión Medioambiental de la CHE, Lorenzo Polanco-. Nuestros técnicos están estudiando la viabilidad técnica de cada emplazamiento, pero luego son los alcaldes y los propietarios de las tierras que se inundarán los que nos tienen que dar permiso".
Polanco recuerda que, además de rebajar la altura de las avenidas, la red de compuertas también reducirá los daños que sufren las infraestructuras agrícolas. "El agua entrará en los campos lentamente y saldrá en cuanto pase la riada, por lo que las afecciones en riegos, caminos y parcelas serán inferiores a las que se producen cuando una mota revienta", explica.
Retranqueos "puntuales"
Las zonas de inundabilidad controlada son una de las medidas propuestas por la comisión técnica encargada de buscar soluciones al problema de las riadas en el tramo medio del Ebro. En realidad, la creación de estas áreas forma parte de un conjunto de actuaciones que también incluye el desvío parcial del río para proteger los cascos urbanos de Novillas, Pradilla, Boquiñeni, Cabañas, Alcalá y Pina; el retranqueo "puntual" de algunas defensas para dar más espacio al Ebro; la mejora de la permeabilidad de los puentes; y las limpiezas de cauce en puntos determinados.
De momento, la CHE ya ha habilitado una primera área en Novillas que terminó de acondicionarse en verano y que podrá almacenar 3,3 hm3, anegando hasta 315 hectáreas. Además, ya se están instalando unas compuertas en Pradilla y antes de final de año se habrán terminado de crear otras dos zonas más en Pina. En total esas cuatro primeras áreas absorberán 7,1 hm3.
Posibles alternativas
"Las zonas de Novillas, Pradilla y Pina son los proyectos piloto -comenta el jefe del área de Gestión Medioambiental de la CHE-. Al mismo tiempo, estamos estudiando otras 19 posibles ubicaciones en las que habrá que comprobar tanto su viabilidad técnica como la disposición de sus gentes".
Muchas de esas alternativas se encuentran en municipios navarros y riojanos: Alfaro, Arguedas, Tudela, Cortes. No obstante, los técnicos también se plantean habilitar otras áreas de inundación controlada en Boquiñeni, Remolinos, Alcalá de Ebro, Torres de Berrellén y Utebo.
"El listado no está ni mucho menos cerrado y seguimos buscando parajes que sean apropiados -insiste Lorenzo Polanco-. Lo ideal es encontrar zonas en las que se pueda alcanzar una buena altura de agua para que con la menor extensión de terreno inundado se pueda almacenar el mayor volumen de agua posible".
En cuanto a los plazos para la puesta en marcha de las distintas actuaciones, la CHE quiere avanzar lo más rápido posible y confía en que, conforme se vayan acabando las primeras áreas, haya más ayuntamientos y agricultores dispuestos a instalar compuertas en sus defensas.