A diesel oil spill in the Miño river prevents to the lucenses drink of the faucet
Wed, 11/11/2009
En la capital lucense no es aconsejable beber agua del grifo durante un par de días. La recomendación la hizo ayer el concejal delegado de medio ambiente, Lino González, y el plazo mencionado es el tiempo que el Ayuntamiento tardará en tener los resultados de los análisis efectuados, tras producirse un vertido de gasoil al Miño procedente de un chalé particular, detectado en la tarde del pasado lunes. El Concello activó su plan de emergencias y Protección Civil instaló barreras anticontaminación. El Ministerio de Medio Ambiente, la Xunta y el Ayuntamiento efectuaron -y llevan a cabo actualmente- muy cuantiosas inversiones en la renovación de la red de abastecimiento de agua de Lugo. Pero, por lo que se ve, no hay manera de evitar incidentes que acaban por afectar al suministro de la capital. En esta ocasión fue un vertido de gasoil en un vivienda particular, en la zona de Meilán (en el borde urbano). Al rellenar el depósito de combustible para la calefacción, se produjo una fuga. El edil Lino González señaló ayer que los propietarios de la casa estiman que se perdieron unos 60 litros; la Policía Local calcula -según dijo el concejal- que pudieron ser alrededor de 200 y en algunos medios municipales se cree que fueron más. El caso es que el combustible salió a un regato y por él llegó al Miño. El vertido fue detectado en las inmediaciones de la estación potabilizadora de agua de Lugo alrededor de las cinco de la tarde del lunes. En ese momento, se ordenó parar la planta y personal de Protección Civil instaló las primeras barreras anticontaminación. En este asunto intervinieron miembros de la brigada verde de la Policía Local y del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil. Y el gobierno local informó de lo ocurrido a la Consellería de Sanidade. Protección Civil amplió ayer las barreras de seguridad a la zona en la que desemboca en el Miño el regato que recibió el vertido de gasoil. En realidad, parece que los propietarios de la casa trataron de limpiar con agua el combustible y la mezcla fue a parar al regato. El Concello -explicó González- encargó análisis del agua de la traída para comprobar si hay hidrocarburos. Es probable, según apunta el gobierno, que no sea así, porque se paró muy pronto la potabilizadora. «Non é previsible, pero non podemos estar seguros», dijo el portavoz municipal, y, por ello, recomendó que durante dos días no se beba el agua del grifo. La planta potabilizadora volvió a funcionar en la mañana de ayer. Riesgos González es uno de los más decididos impulsores del cambio que está a punto de sufrir la potabilización y distribución de agua en Lugo. Ayer, cuando se le preguntó cómo evitar incidencias como los vertidos incontrolados, señaló que la posibilidad de accidentes existe siempre y que hay que reaccionar con rapidez. Dijo que hubiera sido peor si la captación de agua se hiciese mediante un embalse y destacó que es imprescindible que, aguas arriba, los concellos y las demás instituciones con competencias en la materia se tomen muy en serio el buen funcionamiento de las plantas depuradoras de aguas residuales.