The underflow of the Guadalete river causes damages in two thousand houses in Jerez
Tue, 29/12/2009
Varios núcleos rurales de Jerez de la Frontera se han visto inundados con la crecida del río Guadalete, que hasta el día de ayer ha obligado a desalojar ya a 26 familias. Muchos vecinos, que tuvieron que llegar a sus casas en lanchas, intentaron rescatar durante la jornada de este lunes sus enseres y animales antes de que murieran ahogados, dado que los embalses no han terminado de aliviar agua y se prevén nuevos desbordamientos.
El temporal mantiene cortadas 19 carreteras en toda la comunidad, donde Meteorología mantiene hasta el miércoles la alerta amarilla por lluvias y viento en la zona occidental. Hastala una de la tarde de ayer, los servicios del Consorcio de Bomberos de Cádiz habían realizado 25 actuaciones por inundaciones en la zona de Jerez, Chiclana de la Frontera, Tarifa o La Línea de la Concepción, principalmente relacionadas con achiques de agua en viviendas y locales o retirada de árboles y carteles de la vía pública.
Las fuertes lluvias dieron una pequeña tregua y permitieron que algunos de los 2.000 vecinos de núcleos rurales de Jerez ubicados en la ribera del río Guadalete, como Las Pachecas, La Graduela y El Portal, pudieran regresar a recoger los escasos enseres que se habían salvado del agua. No obstante, se mantienen anegadas decenas de hectáreas de cultivo.
Según explicaron los propios residentes, que han sido realojados en casa de familiares y amigos, el nivel del agua había descendido una veintena de centímetros, aunque se temían que la situación empeorase de nuevo dado que los embalses de la zona (Bornos y Los Hurones) continuaban aliviando sus reservas como medida de seguridad para evitar que las presas reventasen.
«Nadie nos ha echado un cable y hemos sacado lo que hemos podido», explicaba Diego, mientras su mujer denunciaba que había 80 familias incomunicadas «con el agua al cuello» y confesaba su inquietud porque se produjese una nueva crecida.
Las balsas de agua mantienen cortadas cinco carreteras provinciales en el municipio jerezano -algunas de ellas sepultadas bajo dos metros de agua- y once en toda la provincia de Cádiz. En total, son 19 las vías cerradas al tráfico en la comunidad andaluza a causa de los efectos del temporal de lluvias y viento que azota la región desde hace una semana, y que podrían ir recuperando la normalidad de forma progresiva hasta mañana, aunque a partir del ecuador de la semana se prevé una nueva borrasca.
Tráfico afectado
También se ha visto afectado el tráfico ferroviario en Sevilla, donde permanece cortado el tramo entre Osuna y Marchena ante el riesgo de desprendimiento de un paso superior. Asimismo, en Guadix (Granada), el desprendimiento de un cerro ha obligado a evacuar dos viviendas y a acordonar la zona cercana a la Iglesia ante el riesgo de que otra parte del cerro se venga abajo, aunque no se han producido daños personales.
Mientras tanto, en Jaén, los 17.000 vecinos de Mengibar, Jabalquinto, Cazalilla y Villatorres continúan sin agua potable desde el día de Navidad a causa del desbordamiento del río Guadiel, que provocó la rotura de una tubería. El abastecimiento se está realizando con seis camiones cisterna, aunque aún no hay fecha para restablecer el suministro ante las dificultades para desplazar la maquinaria a la zona afectada.
El temporal mantiene cortadas 19 carreteras en toda la comunidad, donde Meteorología mantiene hasta el miércoles la alerta amarilla por lluvias y viento en la zona occidental. Hastala una de la tarde de ayer, los servicios del Consorcio de Bomberos de Cádiz habían realizado 25 actuaciones por inundaciones en la zona de Jerez, Chiclana de la Frontera, Tarifa o La Línea de la Concepción, principalmente relacionadas con achiques de agua en viviendas y locales o retirada de árboles y carteles de la vía pública.
Las fuertes lluvias dieron una pequeña tregua y permitieron que algunos de los 2.000 vecinos de núcleos rurales de Jerez ubicados en la ribera del río Guadalete, como Las Pachecas, La Graduela y El Portal, pudieran regresar a recoger los escasos enseres que se habían salvado del agua. No obstante, se mantienen anegadas decenas de hectáreas de cultivo.
Según explicaron los propios residentes, que han sido realojados en casa de familiares y amigos, el nivel del agua había descendido una veintena de centímetros, aunque se temían que la situación empeorase de nuevo dado que los embalses de la zona (Bornos y Los Hurones) continuaban aliviando sus reservas como medida de seguridad para evitar que las presas reventasen.
«Nadie nos ha echado un cable y hemos sacado lo que hemos podido», explicaba Diego, mientras su mujer denunciaba que había 80 familias incomunicadas «con el agua al cuello» y confesaba su inquietud porque se produjese una nueva crecida.
Las balsas de agua mantienen cortadas cinco carreteras provinciales en el municipio jerezano -algunas de ellas sepultadas bajo dos metros de agua- y once en toda la provincia de Cádiz. En total, son 19 las vías cerradas al tráfico en la comunidad andaluza a causa de los efectos del temporal de lluvias y viento que azota la región desde hace una semana, y que podrían ir recuperando la normalidad de forma progresiva hasta mañana, aunque a partir del ecuador de la semana se prevé una nueva borrasca.
Tráfico afectado
También se ha visto afectado el tráfico ferroviario en Sevilla, donde permanece cortado el tramo entre Osuna y Marchena ante el riesgo de desprendimiento de un paso superior. Asimismo, en Guadix (Granada), el desprendimiento de un cerro ha obligado a evacuar dos viviendas y a acordonar la zona cercana a la Iglesia ante el riesgo de que otra parte del cerro se venga abajo, aunque no se han producido daños personales.
Mientras tanto, en Jaén, los 17.000 vecinos de Mengibar, Jabalquinto, Cazalilla y Villatorres continúan sin agua potable desde el día de Navidad a causa del desbordamiento del río Guadiel, que provocó la rotura de una tubería. El abastecimiento se está realizando con seis camiones cisterna, aunque aún no hay fecha para restablecer el suministro ante las dificultades para desplazar la maquinaria a la zona afectada.