La tuneladora Cuca, como la han bautizado los operarios que han trabajado bajo tierra de Collserola durante cerca de un año para perforar 6,6 kilómetros, entre Trinitat y Sarrià, derribó ayer el último tramo de roca que le faltaba para conectar las dos mitades de la galería que permitirá aportar más flexibilidad y garantía al sistema de agua Ter-Llobregat. El siguiente paso de esta magna obra, tras el proceso de desmontaje de la máquina alemana de seis metros de diámetro, será el inicio de la construcción, a partir de abril, de la tubería de acero que empezará a dar servicio a finales de año permitiendo transportar 4.000 litros de agua por segundo, en el sentido que se requiera.
El túnel, una de las obras alternativas al discutido Plan Hidrológico Nacional (PHN) derogado por el Gobierno (que preveía trasvasar agua del Ebro hacia Barcelona), se ha ejecutado desde dos frentes, Sant Just Desvern-Sarrià, un tramo de 5,6 kilómetros que acabó de excavar el pasado octubre otra tuneladora, esta vez italiana y de nombre Núria, y Trinitat-Sarrià, el que concluyó ayer cumpliendo «estrictamente los plazos», como remarcó el gerente de la empresa pública de Medi Ambient Aigües Ter-Llobregat, Joan Compte. Unirá los dos principales centros de distribución de agua de la red Ter-Llobregat, el depósito de Fontsanta (en Sant Just Desvern) y la estación distribuidora de Trinitat (en Barcelona), a través de una tubería de 15 kilómetros de longitud, cerca de 12 de los cuales discurren bajo tierra.

REDUCCIÓN DEL CAUDAL

Este sistema conectará asimismo con la nueva desalinizadora de El Prat de Llobregat, lo que ofrecerá mayores garantías en el suministro de agua al área metropolitana de Barcelona, ya que si fuera necesario desde uno de los depósitos se podría surtir al otro, o sea, que estarán interconectadas. Y a la par, posibilitará un aumento de la calidad del agua suministrada, ya que a la mejora de los recursos del Llobregat que se llevan a cabo en los últimos años se sumará la llegada de un agua de mejor sabor como es la de la desalinizadora de El Prat, ya que podrá llegar a cualquier punto de la región metropolitana.

MEJORA ECOLÓGICA

El túnel que atraviesa Collserola, «una pieza capital en la gestión del agua en el área metropolitana de Barcelona», según remarcó el director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), Manuel Hernández. permitirá reducir progresivamente el caudal del Ter que abastece Barcelona, Badalona, Santa Coloma y el área del Vallès, lo que redundará en la mejora ecológica de ese río. Hernández explicó que el Govern «cumplirá» de esta manera su promesa de reducir los actuales 190 hectómetros cúbicos anuales del Ter que llegan a Barcelona hasta los 135 en el año 2012 y los 115 fijados para el 2015, después de que se finalice la desalinizadora del Foix y la ampliación de la planta ubicada en el Tordera.
Además de la tubería de 1,8 metros de diámetro que se empezará a colocar a partir del próximo abril, durante los próximos meses se instalarán a lo largo de túnel, que dispone de tres galerías de servicios, raíles para que circulen los vehículos encargados de las tareas de mantenimiento e inspección. Las obras en su conjunto suponen una inversión de 220 millones de euros, de los que el 57% provienen de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea.