The aggressions to the rivers of the Bierzo were reduced to the past year a 40%
Wed, 27/01/2010
Las agresiones a los ríos y al patrimonio fluvial del Bierzo en general se redujeron durante el pasado año cuantitativa y también cualitativamente. La nueva Confederación Hidrográfica Miño-Sil tramitó a lo largo del 2009 un total de 81 expedientes sancionadores, casi un 40% menos de los gestionados durante el 2008. En dicho ejercicio se habían alcanzado un total de 114 expedientes.
Las empresas, con todo, se mantienen como los agentes más dañinos a la hora de favorecer la conservación de las aguas y de las riberas de los ríos y arroyos. El año pasado se detectaron un total de 32 agresiones de carácter industrial, por 27 cuya presunta autoría procede de particulares y frente a las 22 de las distintas administraciones públicas.
De gravedad
Los casos de vertidos y daños de procedencia empresarial habían ascendido hasta los 60 durante el 2008. El año pasado fueron sólo 32 y únicamente en cuatro circunstancias los expedientes llevan el sello de «casos graves», según los datos de la Confederación. Aunque también es cierto que por primera vez en bastante tiempo el organismo hidrográfico instruye un expediente sancionador por un suceso «muy grave».
La excepción
Se trata del que se detectó durante el mes de agosto en el embalse de Peñarrubia, donde la contaminación procedente, según todas las investigaciones, de una cantera de la empresa Catisa en Carucedo, tiñó durante días las aguas del Sil hasta la comarca de Valdeorras y sembró el desasosiego de la población.
Los daños provocados en los cauces de la comarca por la acción de las administraciones públicas fueron en su mayoría de carácter leve una docena frente a sólo tres sucesos considerados como «menos graves». En la categoría de «leves» también se situaron la mayoría de las denuncias de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que culminaron con expedientes sancionadores sobre personas particulares.
A las administraciones públicas se les imputan 22 casos de agresiones a los ríos. Pero la gran mayoría son leves
Número total de expedientes sancionadores
81. De ellos 32 están relacionados con acciones de las empresas sobre los cauces y sus riberas. En el 2008, sin embargo, el número total de expedientes se había elevado hasta los 114.
Las empresas, con todo, se mantienen como los agentes más dañinos a la hora de favorecer la conservación de las aguas y de las riberas de los ríos y arroyos. El año pasado se detectaron un total de 32 agresiones de carácter industrial, por 27 cuya presunta autoría procede de particulares y frente a las 22 de las distintas administraciones públicas.
De gravedad
Los casos de vertidos y daños de procedencia empresarial habían ascendido hasta los 60 durante el 2008. El año pasado fueron sólo 32 y únicamente en cuatro circunstancias los expedientes llevan el sello de «casos graves», según los datos de la Confederación. Aunque también es cierto que por primera vez en bastante tiempo el organismo hidrográfico instruye un expediente sancionador por un suceso «muy grave».
La excepción
Se trata del que se detectó durante el mes de agosto en el embalse de Peñarrubia, donde la contaminación procedente, según todas las investigaciones, de una cantera de la empresa Catisa en Carucedo, tiñó durante días las aguas del Sil hasta la comarca de Valdeorras y sembró el desasosiego de la población.
Los daños provocados en los cauces de la comarca por la acción de las administraciones públicas fueron en su mayoría de carácter leve una docena frente a sólo tres sucesos considerados como «menos graves». En la categoría de «leves» también se situaron la mayoría de las denuncias de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que culminaron con expedientes sancionadores sobre personas particulares.
A las administraciones públicas se les imputan 22 casos de agresiones a los ríos. Pero la gran mayoría son leves
Número total de expedientes sancionadores
81. De ellos 32 están relacionados con acciones de las empresas sobre los cauces y sus riberas. En el 2008, sin embargo, el número total de expedientes se había elevado hasta los 114.