Emasagra watches the spills to the network of sewage system of 4200 companies
Mon, 01/02/2010
Más de 4.500 empresas granadinas (desde un gran hotel hasta una pequeña tienda de ropa) se han sometido al control de Emasagra para evitar los vertidos ilegales al alcantarillado en virtud de la ordenanza municipal en el año 2000. Actualmente, la Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas vigila a 4.200 negocios en la ciudad, quienes, además de tener que pasar un examen inicial al darse de alta en el servicio, superan periódicamente inspecciones "sorpresa2 de los técnicos de Emasagra en el caso de ser potencialmente contaminantes por la cantidad de vertidos o la calidad de los mismos, según explicó el director de Producción del organismo, José María Ogando.
Tanta actividad, no obstante, no ha provocado por el momento que el Ayuntamiento de Granada -competente en cuanto al régimen sancionador- haya multado a alguna empresa por verter de forma irregular a la red de saneamiento, a pesar de que Emasagra realiza en torno a un millar de inspecciones al año.
Ahora bien, los inspectores municipales sí que han registrado alguna que otra actividad irregular muchas veces por desconocimiento de los usuarios del servicio. "En un restaurante del centro de Granada tenían instalada una trituradora de alimentos y una peladora de patatas conectadas directamente con el desagüe y el propietario insistió en que estaba homologada y que los técnicos se llevasen una muestra del agua para comprobar que su uso era correcto", algo que no ocurrió, relató Ogando.
Eso sí, el director de Producción de Emasagra resalta que en los últimos meses los empresarios están mucho más concienciados con el saneamiento de aguas, sobre todo en el sector de la hostelería, que genera más del 30% del caudal vertido a las alcantarillas. Por ello, la empresa municipal ha intensificado las tareas de asesoramiento a este sector de actividad, mediante fichas de buenas prácticas, dípticos o charlas.
De hecho, las principales irregularidades en este ámbito están relacionadas con los vertidos de tipo orgánico, fundamentalmente debido a restos de alimentos o de su preparación, así como residuos de aceites y grasas, para lo que se fomenta el uso del servicio de recogida de productos oleicos. Los detergentes y demás productos de limpieza también ocasionan cierto carácter tóxico a la red de alcantarillado, lo que se puede evitar "dosificando su utilización", puesto que el jabón que no se disuelve en el lavado es porque era innecesario.
Para lograr que todo el agua que conduce el alcantarillado no suponga un riesgo para la salud o las conducciones, Emasagra dispone de 34 estaciones para equipos móviles y otras 5 estaciones fijas, capacitadas para detectar cualquier alteración en los vertidos. Así, desde un aumento del caudal (a través del aparato llamado limnímetro), la existencia de sustancias peligrosas como amonio o sólidos residuales (gracias a la sonda multiparamétrica portátil) o la temperatura de agua (mediante el termómetro de control de vertidos). En este último caso, por ejemplo, la empresa municipal consiguió localizar un vertido irregular procedente de una lavandería, sólo porque la maquinaria de última generación de Emasagra captó una temperatura de 27 grados en un punto de la red, cinco grados por encima de lo estipulado.
La empresa norteamericana Isco Teledyne ha elegido a Emasagra como el ejemplo de un correcto uso de sus productos entre todas las empresas españolas que usan esta maquinaria. "De cada país seleccionaron a una empresa y en España nos escogieron a nosotros", comentó el director de Producción de la entidad municipal, José María Ogando, quien destacó el carácter puntero e innovador de los instrumentos con que cuenta Emasagra. Incluso la Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Granada ha diseñado un tomamuestras portátil exclusivo de la institución. Gracias a estos recursos materiales, los técnicos de Emasagra pueden conocer en tiempo real y desde un control remoto (que alerta a los operarios en el ordenador o el móvil) cualquier incidencia que se produzca en la red de alcantarillado de la ciudad y permiten obtener muestras a distancia en el tiempo y forma programado por los técnicos.
Tanta actividad, no obstante, no ha provocado por el momento que el Ayuntamiento de Granada -competente en cuanto al régimen sancionador- haya multado a alguna empresa por verter de forma irregular a la red de saneamiento, a pesar de que Emasagra realiza en torno a un millar de inspecciones al año.
Ahora bien, los inspectores municipales sí que han registrado alguna que otra actividad irregular muchas veces por desconocimiento de los usuarios del servicio. "En un restaurante del centro de Granada tenían instalada una trituradora de alimentos y una peladora de patatas conectadas directamente con el desagüe y el propietario insistió en que estaba homologada y que los técnicos se llevasen una muestra del agua para comprobar que su uso era correcto", algo que no ocurrió, relató Ogando.
Eso sí, el director de Producción de Emasagra resalta que en los últimos meses los empresarios están mucho más concienciados con el saneamiento de aguas, sobre todo en el sector de la hostelería, que genera más del 30% del caudal vertido a las alcantarillas. Por ello, la empresa municipal ha intensificado las tareas de asesoramiento a este sector de actividad, mediante fichas de buenas prácticas, dípticos o charlas.
De hecho, las principales irregularidades en este ámbito están relacionadas con los vertidos de tipo orgánico, fundamentalmente debido a restos de alimentos o de su preparación, así como residuos de aceites y grasas, para lo que se fomenta el uso del servicio de recogida de productos oleicos. Los detergentes y demás productos de limpieza también ocasionan cierto carácter tóxico a la red de alcantarillado, lo que se puede evitar "dosificando su utilización", puesto que el jabón que no se disuelve en el lavado es porque era innecesario.
Para lograr que todo el agua que conduce el alcantarillado no suponga un riesgo para la salud o las conducciones, Emasagra dispone de 34 estaciones para equipos móviles y otras 5 estaciones fijas, capacitadas para detectar cualquier alteración en los vertidos. Así, desde un aumento del caudal (a través del aparato llamado limnímetro), la existencia de sustancias peligrosas como amonio o sólidos residuales (gracias a la sonda multiparamétrica portátil) o la temperatura de agua (mediante el termómetro de control de vertidos). En este último caso, por ejemplo, la empresa municipal consiguió localizar un vertido irregular procedente de una lavandería, sólo porque la maquinaria de última generación de Emasagra captó una temperatura de 27 grados en un punto de la red, cinco grados por encima de lo estipulado.
La empresa norteamericana Isco Teledyne ha elegido a Emasagra como el ejemplo de un correcto uso de sus productos entre todas las empresas españolas que usan esta maquinaria. "De cada país seleccionaron a una empresa y en España nos escogieron a nosotros", comentó el director de Producción de la entidad municipal, José María Ogando, quien destacó el carácter puntero e innovador de los instrumentos con que cuenta Emasagra. Incluso la Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Granada ha diseñado un tomamuestras portátil exclusivo de la institución. Gracias a estos recursos materiales, los técnicos de Emasagra pueden conocer en tiempo real y desde un control remoto (que alerta a los operarios en el ordenador o el móvil) cualquier incidencia que se produzca en la red de alcantarillado de la ciudad y permiten obtener muestras a distancia en el tiempo y forma programado por los técnicos.