The use of ozone and active carbon to purify the water will prevent the smell and taste
Fri, 05/02/2010
El pasado 5 de diciembre se publicaba el real decreto de medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía. Solo dos meses después la situación de los pantanos ha cambiado, pero el desarrollo del real decreto se ha mantenido. Dos de las intervenciones que incluye afectan directamente a Cáceres. Una es que el pantano de Alcántara se mantenga en niveles que garanticen el trasvase al Guadiloba, medida ya innecesaria por las aportaciones recogidas en el Guadiloba, lleno desde hace un mes. La segunda medida del real decreto es la financiación de la segunda fase de la mejora de la planta potabilizadora, obra que permitirá el uso de ozono en todo el proceso de depuración y de carbono activo granulado para filtrar el agua. El resultado que se espera es quitar del agua cualquier resto de materia orgánica origen del sabor y olor en los meses más calurosos.
La alcaldesa, Carmen Heras, y el concejal de Infraestructuras, Miguel López, informaron ayer de que la Confederación Hidrográfica del Tajo ha adjudicado la obra. El concejal precisó que ha recaído en Isolux-Corsan y Heras confió en que pueda empezar en un mes. El plazo de ejecución es de un año y su coste se cuantificó en 3,6 millones de euros. Todo el proceso de licitación se ha adjudicado por el trámite de urgencia (cuando el real decreto se publicó había una situación de sequía). López llegó a decir ayer que cuando la obra esté operativa el agua de Cáceres estará "al nivel del agua embotellada".
El ayuntamiento se planteó la necesidad de una mejora del tratamiento cuando el real decreto sobre los criterios sanitarios del agua rebajó el nivel máximo de trihalometanos permitido en el agua, lo pasaba de 150 microgramos por litro a 100. El real decreto es del 2003 y los nuevos niveles entraban en vigor el 1 de enero del 2009. El proyecto de mejora se planificó en dos fases. La primera y más urgente, que se hizo en 2008, proyectaba el uso de ozono en la fase inicial del tratamiento del agua.
El ozono, un desinfectante que tiene un potencial de oxidación de la materia orgánica del agua bruta mayor que otros, ha sustituido al cloro gas, reactivo con potencial de oxidación menor para evitar la aparición de los trihalometanos en su reacción con el agua bruta del Guadiloba al tratarla en la planta.
La segunda fase, que ahora se ejecutará, amplía el uso del ozono en todo el proceso de potabilización del agua, no solo en su entrada en la planta de tratamiento como se hace desde el 1 de enero del 2009. El ozono destruye mejor la materia orgánica que trae el agua, pero para eliminar cualquier resto que pueda quedar se va a completar con la utilización de carbono activo granulado como filtro que absorba los elementos que queden. Ahora en los tanques de filtración se utiliza arena de sílice.
Para que se dé el problema de olor y sabor en el agua deben confluir altas temperaturas y que el nivel del Guadiloba esté bajo, ambos favorecen la aparición de materia orgánica (algas) en el agua bruta del embalse. Este verano se podría producir la misma situación que ha ocurrido en el último semestre del pasado año. Los resultados de la segunda fase no se notarán hasta 2011. La ejecución de esta segunda fase se intenta desde hace 2 años, no entró en el primer plan E, lo que llevó al ayuntamiento a negociar con la confederación su realización.
La alcaldesa, Carmen Heras, y el concejal de Infraestructuras, Miguel López, informaron ayer de que la Confederación Hidrográfica del Tajo ha adjudicado la obra. El concejal precisó que ha recaído en Isolux-Corsan y Heras confió en que pueda empezar en un mes. El plazo de ejecución es de un año y su coste se cuantificó en 3,6 millones de euros. Todo el proceso de licitación se ha adjudicado por el trámite de urgencia (cuando el real decreto se publicó había una situación de sequía). López llegó a decir ayer que cuando la obra esté operativa el agua de Cáceres estará "al nivel del agua embotellada".
El ayuntamiento se planteó la necesidad de una mejora del tratamiento cuando el real decreto sobre los criterios sanitarios del agua rebajó el nivel máximo de trihalometanos permitido en el agua, lo pasaba de 150 microgramos por litro a 100. El real decreto es del 2003 y los nuevos niveles entraban en vigor el 1 de enero del 2009. El proyecto de mejora se planificó en dos fases. La primera y más urgente, que se hizo en 2008, proyectaba el uso de ozono en la fase inicial del tratamiento del agua.
El ozono, un desinfectante que tiene un potencial de oxidación de la materia orgánica del agua bruta mayor que otros, ha sustituido al cloro gas, reactivo con potencial de oxidación menor para evitar la aparición de los trihalometanos en su reacción con el agua bruta del Guadiloba al tratarla en la planta.
La segunda fase, que ahora se ejecutará, amplía el uso del ozono en todo el proceso de potabilización del agua, no solo en su entrada en la planta de tratamiento como se hace desde el 1 de enero del 2009. El ozono destruye mejor la materia orgánica que trae el agua, pero para eliminar cualquier resto que pueda quedar se va a completar con la utilización de carbono activo granulado como filtro que absorba los elementos que queden. Ahora en los tanques de filtración se utiliza arena de sílice.
Para que se dé el problema de olor y sabor en el agua deben confluir altas temperaturas y que el nivel del Guadiloba esté bajo, ambos favorecen la aparición de materia orgánica (algas) en el agua bruta del embalse. Este verano se podría producir la misma situación que ha ocurrido en el último semestre del pasado año. Los resultados de la segunda fase no se notarán hasta 2011. La ejecución de esta segunda fase se intenta desde hace 2 años, no entró en el primer plan E, lo que llevó al ayuntamiento a negociar con la confederación su realización.