El director de la Fundación Agua y Progreso de la Comunitat Valenciana, José Alberto Comos, destacó hoy que el río Ebro arroja al mar en un solo día la misma cantidad de agua que produce la desaladora de Torrevieja (Alicante) en todo un año, es decir, 80 hectómetros cúbicos de agua, y cuatro veces más que la planta desalinizadora de Alicante en ese mismo período, según informó esta entidad en un comunicado.
Comos realizó estas declaraciones ante los alumnos de la Cátedra Fundación Agua y Progreso-Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que participaron hoy en una jornada de campo en el Azud de Xerta (Delta del Ebro), con el fin de analizar los caudales ecológicos de este río y la conveniencia de los trasvases intercuencas.
El director de la Fundación, que pronunció una conferencia sobre "Los caudales ecológicos del río Ebro" a bordo del transbordador que recorre el Delta del Ebro. Comos indicó que "es muy importante que los alumnos puedan conocer de primera mano el orden de magnitudes de esta gran cuenca excedentaria del Mediterráneo español y comprobar cuánta agua va al mar por encima de los caudales ecológicos", de modo que tengan elementos de juicio suficientes para "discernir las mentiras que se vierten continuamente sobre este asunto y poder así rebatirlas", opinó.
Al respecto, recordó que a partir del Azud de Xerta "ya no hay usuarios del Ebro", por lo que "toda el agua que baja desde este punto se tira al mar sin que nadie la pueda aprovechar". En esta línea, subrayó que, de media, el río Ebro arroja al mar "más de 9.000 hm3 de media cada año, o lo que es lo mismo, más de nueve trasvases a la Comunitat Valenciana, Murcia y Almería".
También se refirió a los informes que aseveran que el río Ebro dispone de caudal suficiente para realizar esta transferencia, "incluso en períodos de extrema sequía, en cuyo caso la conducción sólo supondría el 14,30 por ciento del total anual de su caudal".
Por ello, incidió en que "en el Ebro hay agua más que suficiente, agua para todos", al tiempo que lamentó que "sólo exista agua del Ebro para trasvasar a zonas de la España húmeda, mientras que a la España seca se le niega esa misma agua", dijo en referencia a los "trasvases silenciosos del Ebro".
Por su parte, el presidente del Consejo Mundial de Ingenieros Civiles y profesor de Ingeniería Medioambiental de la Universidad de Puerto Rico, Emilio Colón, se refirió a la conveniencia de realizar trasvases intercuencas en general y, en particular, el Trasvase del Ebro, en el transcurso de su ponencia titulada 'Manejo Integral de las Cuencas Hidrográficas'.
El también representante de la World Federation Engineers Organisation (WFEO) ante la ONU para el desarrollo sostenible y los recursos hídricos, considera que el Trasvase del Ebro es una herramienta "indispensable para frenar la desertización y mitigar los efectos del cambio climático en la Comunitat Valenciana".

SUPERVIVENCIA DE LA AGRICULTURA

Además, "este tipo de transferencias hídricas son esenciales y necesarias para la supervivencia de la agricultura de la Comunitat Valenciana, así como para garantizar el abastecimiento urbano, sobre todo teniendo en cuenta los efectos del cambio climático", añadió.
Según este hidrólogo, el Trasvase del Ebro es, precisamente, una herramienta "imprescindible" para la "mitigación y freno de la desertización de la región", algo que, en su opinión, contrasta con los "efectos perversos" que tiene la desalinización. En la Comunitat "hay muchísima agricultura que se puede mantener con agua del Ebro, pero que no podrá ser regada con agua desalada, debido al alto precio de esas aguas y al impacto energético de la desalinización", apuntó.
A este respecto, Emilio Colón indicó que "son muchos millones de árboles frutales que frenan la desertización, absorben CO2 y que ya están plantados y crecidos. Y las opciones para proveer de caudales apropiados de agua no deben ser causantes de aumentar la emisión de carbono ni del aumento desmedido en la emisión de gases invernadero".
El profesor puertorriqueño comentó que, como consecuencia del cambio climático, se estima que en España se reducirán las precipitaciones entre un 5 por ciento y un 20 por ciento, con lo que en la Comunitat "se agravarán los problemas de disponibilidad de agua". Además, los impactos ambientales del trasvase son "mínimos", y "permitiría la recarga natural de los acuíferos con agua dulce y se obtendrían recursos a un precio mucho más asequible", concluyó.