Doñana wins the european natural sceptre
Sun, 11/04/2010
No puede quejarse el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, de la época que le ha tocado vivir en Doñana. El Consejo de Europa acaba de renovar por diez años el Diploma Ambiental a la gestión de la Reserva de la Biosfera. El Espacio Natural cuenta con una reserva hídrica de unos 300 hectómetros cúbicos de agua después de los intensos temporales que han azotado el suroeste español el pasado invierno y para colmo de buena suerte Felipe González, el político que internacionalizó el Parque Nacional invitando a sus marismas a François Miterrand, Helmut Khol, Mijail Gorvachov, Cavaco Silva, Mario Soares y otros próceres de Europa estrenó el pasado viernes el cargo de presidente del Consejo de Participación. Una especie de órgano socio-económico que se encarga de arbitrar y controlar el funcionamiento del complejo y rico ecosistema humano y natural que vive en este lugar privilegiado de 56.000 hectáreas centrales y más de 100.000 en conjunto con sus bordes exteriores.
A pesar de la imagen idílica que Griñán puede observar hoy en Doñana, sobre esta joya europea que mira todo el mundo penden varias espadas de Damocles que auguran tensiones económicas, sociales y de conservación.El Consejo de Europa ha dado a España las notas del quinquenio 2005-2010 y esa especie de cartulina escolar deja varias asignaturas pendientes que el Gobierno y la Junta de Andalucía tendrán que recuperar poco a poco con una buena gestión del Espacio que comparten las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz y que emite ondas que repercuten en el peso económico andaluz a través de la Cuenca del Guadalquivir y de la capital de la Comunidad y en la imagen mundial de España.
El Diploma de Calidad Ambiental que el Consejo de Europa hará oficial en mayo, poco antes de concluir la Presidencia española de la Unión Europea, exige a España que adopte medidas que garanticen que los proyectos del Puerto de Sevilla no tengan impactos ambientales en el entorno de Doñana y cuenten con la participación del conocimiento científico internacional. Hoy por hoy, el dragado del río que desemboca entre Sanlúcar de Barrameda y Almonte amenaza la riquísima biodiversidad de su cuenca fluvial y ya, por ejemplo, afecta a la supervivencia de especies tan queridas y buscadas como las angulas. Una muestra de lo que puede seguir pasando si no se cumplen los requerimientos europeos.
El Consejo también pide que las administraciones velen por el estado del acuífero, la calidad de las aguas y el control de los caudales subterráneos. El acuífero 27 Almonte-Marismas que abarca gran parte de las provincias de Huelva y Sevilla está asaeteado por más de un millar de pozos ilegales que han bajado su nivel freático hasta 20 metros en algunas zonas, desecado complejos de lagunas y padece una peligrosa salinización e incluso la presencia de contaminantes agrícolas. El extraordinario periodo de lluvias 2009-2010 ha camuflado este problema pero en cuanto la evaporación veraniega haga su trabajo y se retrase el período de lluvias las asignaturas pendientes darán la cara de nuevo.
En la trastienda de la Reserva de la Biosfera aparece un apunte que hasta ahora no estaba en la evaluación: la elaboración de un plan de emergencia específico y un mapa de riesgos naturales. El proyecto de oleoducto y los dos vertidos de petróleo que han afectado en los últimos años a las costas de Doñana así como la incidencia del Polo Químico de Huelva en el entorno aconsejan la elaboración de un plan de emergencias. La reclamación ya realizada por la Estación Biológica.
Doñana lleva desde el año 1985 recibiendo el Diploma Europeo y siempre ha logrado renovar el galardón, a pesar de haber sufrido uno de los episodios contaminantes más importantes que se recuerdan: la catástrofe minera de Aznalcóllar (Sevilla).
A pesar de la imagen idílica que Griñán puede observar hoy en Doñana, sobre esta joya europea que mira todo el mundo penden varias espadas de Damocles que auguran tensiones económicas, sociales y de conservación.El Consejo de Europa ha dado a España las notas del quinquenio 2005-2010 y esa especie de cartulina escolar deja varias asignaturas pendientes que el Gobierno y la Junta de Andalucía tendrán que recuperar poco a poco con una buena gestión del Espacio que comparten las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz y que emite ondas que repercuten en el peso económico andaluz a través de la Cuenca del Guadalquivir y de la capital de la Comunidad y en la imagen mundial de España.
El Diploma de Calidad Ambiental que el Consejo de Europa hará oficial en mayo, poco antes de concluir la Presidencia española de la Unión Europea, exige a España que adopte medidas que garanticen que los proyectos del Puerto de Sevilla no tengan impactos ambientales en el entorno de Doñana y cuenten con la participación del conocimiento científico internacional. Hoy por hoy, el dragado del río que desemboca entre Sanlúcar de Barrameda y Almonte amenaza la riquísima biodiversidad de su cuenca fluvial y ya, por ejemplo, afecta a la supervivencia de especies tan queridas y buscadas como las angulas. Una muestra de lo que puede seguir pasando si no se cumplen los requerimientos europeos.
El Consejo también pide que las administraciones velen por el estado del acuífero, la calidad de las aguas y el control de los caudales subterráneos. El acuífero 27 Almonte-Marismas que abarca gran parte de las provincias de Huelva y Sevilla está asaeteado por más de un millar de pozos ilegales que han bajado su nivel freático hasta 20 metros en algunas zonas, desecado complejos de lagunas y padece una peligrosa salinización e incluso la presencia de contaminantes agrícolas. El extraordinario periodo de lluvias 2009-2010 ha camuflado este problema pero en cuanto la evaporación veraniega haga su trabajo y se retrase el período de lluvias las asignaturas pendientes darán la cara de nuevo.
En la trastienda de la Reserva de la Biosfera aparece un apunte que hasta ahora no estaba en la evaluación: la elaboración de un plan de emergencia específico y un mapa de riesgos naturales. El proyecto de oleoducto y los dos vertidos de petróleo que han afectado en los últimos años a las costas de Doñana así como la incidencia del Polo Químico de Huelva en el entorno aconsejan la elaboración de un plan de emergencias. La reclamación ya realizada por la Estación Biológica.
Doñana lleva desde el año 1985 recibiendo el Diploma Europeo y siempre ha logrado renovar el galardón, a pesar de haber sufrido uno de los episodios contaminantes más importantes que se recuerdan: la catástrofe minera de Aznalcóllar (Sevilla).