The CHE high alert in four rivers oscenses pesticides
Thu, 29/04/2010
El Flumen en Sariñena, el Alcanadre en Ontiñena, el Clamor Amarga en Zaidín, el Cinca en Fraga y el de Arba de Luesia en Tauste son los ríos con un mayor nivel de plaguicidas, según los análisis que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha realizado durante el año 2009. El informe presentado por la CHE recoge los resultados del trabajo realizado por la Red de Control de Plaguicidas, cuya misión es vigilar la contaminación causada por estas sustancias químicas. En concreto, su labor consiste en el estudio de la contaminación de origen agrícola en las aguas superficiales de la Cuenca del Ebro.
El estudio incluye los 22 puntos de muestreo de la red, la mayoría ubicados en tramos de río que recogen las aguas de escorrentía de las zonas agrícolas, la frecuencia de los muestreos, los parámetros analizados, la metodología empleada, los resultados y la evolución de la concentración total de plaguicidas cuantificada en cada estación de muestreo.
El análisis de los plaguicidas se ha realizado en el Laboratorio de Calidad de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Para ello se ha tomado una muestra mensual en febrero, mayo, junio, julio y septiembre y se han analizado 32 plaguicidas distintos y 5 compuestos orgánicos que derivan en plaguicidas. Los meses en los que se ha detectado una mayor concentración son mayo, junio y julio (excepto en la estación de Sariñena, que corresponde a mayo).
El informe, realizado por quinto año consecutivo, cumple la Directiva Marco del Agua que obliga a los Estados Miembros a establecer estaciones de vigilancia para el control de la contaminación causada por sustancias peligrosas. Esta Directiva establece normas de calidad ambiental expresadas en medias anuales contra la exposición a largo plazo y concentraciones máximas admisibles para la protección a corto plazo. Así, las estaciones de Ontiñena, Sariñena y Zaidín superan la media anual permitida, y las dos últimas también superan las concentraciones máximas admisibles.
La Confederación recomienda a las regiones de la Cuenca del Ebro seguir promoviendo medidas de reducción de plaguicidas.
El estudio incluye los 22 puntos de muestreo de la red, la mayoría ubicados en tramos de río que recogen las aguas de escorrentía de las zonas agrícolas, la frecuencia de los muestreos, los parámetros analizados, la metodología empleada, los resultados y la evolución de la concentración total de plaguicidas cuantificada en cada estación de muestreo.
El análisis de los plaguicidas se ha realizado en el Laboratorio de Calidad de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Para ello se ha tomado una muestra mensual en febrero, mayo, junio, julio y septiembre y se han analizado 32 plaguicidas distintos y 5 compuestos orgánicos que derivan en plaguicidas. Los meses en los que se ha detectado una mayor concentración son mayo, junio y julio (excepto en la estación de Sariñena, que corresponde a mayo).
El informe, realizado por quinto año consecutivo, cumple la Directiva Marco del Agua que obliga a los Estados Miembros a establecer estaciones de vigilancia para el control de la contaminación causada por sustancias peligrosas. Esta Directiva establece normas de calidad ambiental expresadas en medias anuales contra la exposición a largo plazo y concentraciones máximas admisibles para la protección a corto plazo. Así, las estaciones de Ontiñena, Sariñena y Zaidín superan la media anual permitida, y las dos últimas también superan las concentraciones máximas admisibles.
La Confederación recomienda a las regiones de la Cuenca del Ebro seguir promoviendo medidas de reducción de plaguicidas.