The cold and rainy winter driving quality and crop production

Mon, 03/05/2010

Levante

El invierno pasado ha sido frío y lluvioso. Unas condiciones idóneas para que los cultivos de la Comunitat Valenciana prosperen, de momento, sin retrasos, y para que la actual campaña se presente con las mejores perspectivas. Así lo aseguran los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVAAsaja), que destacan los efectos beneficiosos del agua y las bajas temperaturas sobre las reservas hídricas, el estado de la tierra o los propios árboles. Como la felicidad nunca es completa, la gran incógnita está en la incidencia que esa abundancia provocará en los precios, muy castigados a la baja en las últimas campañas.

Cultivos de secano. El invierno les ha sentado «fenomenal» al olivar, el almendro o la viña. Los técnicos de la organización agraria aseguran que no ha habido una incidencia importante de las heladas y que la lluvia ha mejorado la capacidad vegetativa de los árboles, ha aumentado las reservas hídricas, ha recargado los acuíferos y «ha hecho que la tierra esté muy esponjosa». Por tanto, «las condiciones para la floración, como se está viendo ya, sobre todo en los almendros, son excelentes». Aunque es pronto para aventurar porcentajes, la previsión es que se producirá un aumento tanto de la producción como de la calidad. Cultivos de regadío. Los efectos beneficiosos de la meteorología son idénticos a los mencionados para los productos obtenidos en el secano. Así que, en el caso concreto de la producción citrícola, se prevé un «gran aumento de la cosecha». Las fuentes de AVA consultadas explican que a la citada perspectiva, propiciada por una condiciones climáticas idóneas, hay que sumar el hecho de que la campaña que termina ha sido más bien corta y es ya tradicional que ello augure «una siguiente mejor por el ciclo vegetativo habitual de los cítricos». Por tanto, a la expectativa de ver cómo cuajan las flores ?las perspectivas de floración de algunas variedades de mandarinas se presentan «espectaculares»? se espera «una cosecha de gran magnitud». Otra cosa es lo que suceda en la comercialización. Tras varias campañas ruinosas, la pasada temporada, con una cosecha corta y una buena demanda por el frío, «los precios fueron razonables». Ahora, entre los citricultores se ha instalado el temor a que bajen los precios por ese aumento de la producción.

Hortalizas. Las heladas y las lluvias produjeron cierto daño en estos cultivos. Sin embargo, los técnicos de AVA estiman que «las perspectivas son buenas en calidad y producción por los mismos motivos» que en los anteriores productos citados. Al igual que en los cítricos, la principal incertidumbre estriba en cómo se comportarán durante el período de comercialización.

Frutales de verano. Dado que los árboles precisan de un determinado tiempo de frío y este año lo han tenido en cantidades más que suficientes, todo indica que tendrá lugar «una gran producción que irá acompañada de una alta calidad». Problemas. Aunque las noticias que llegan del campo son, como queda dicho, muy positivas, no todo el monte es orégano y las buenas condiciones climáticas también han provocado algunos factores adversos. La abundante lluvia de los últimos meses, acompañada por el calor que ha hecho en las últimas semanas, ha propiciado la aparición de hongos. De ahí que se estén apreciando ataques de desigual incidencia en los albaricoqueros de la Vall d'Albaida y La Costera. También se están viendo afectados el melocotón, la nectarina y la ciruela.

Cultivos de regadío. Los efectos beneficiosos de la meteorología son idénticos a los mencionados para los productos obtenidos en el secano. Así que, en el caso concreto de la producción citrícola, se prevé un "gran aumento de la cosecha". Las fuentes de AVA consultadas explican que a la citada perspectiva, propiciada por una condiciones climáticas idóneas, hay que sumar el hecho de que la campaña que termina ha sido más bien corta y es ya tradicional que ello augure "una siguiente mejor por el ciclo vegetativo habitual de los cítricos". Por tanto, a la expectativa de ver cómo cuajan las flores -las perspectivas de floración de algunas variedades de mandarinas se presentan "espectaculares"- se espera "una cosecha de gran magnitud". Otra cosa es lo que suceda en la comercialización. Tras varias campañas ruinosas, la pasada temporada, con una cosecha corta y una buena demanda por el frío, "los precios fueron razonables". Ahora, entre los citricultores se ha instalado el temor a que bajen los precios por ese aumento de la producción.