The Goverment blames to Iberdrola of the mud that dyes the Miño river
Thu, 20/05/2010
Para construir una nueva central, Santo Estevo II, que haga más rentable su negocio hidroeléctrico, obtener más energía con la misma cantidad de agua, Iberdrola comenzó a vaciar un tramo del río Sil a mediados de abril. Aunque la compañía hidroeléctrica se comprometió a realizar el vaciado lentamente, el pasado fin de semana arrastró restos de lodo y materia orgánica que tiñeron de un color parduzco el Sil y el Miño a su paso por la ciudad. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil responsabiliza a la empresa de la mancha, e investiga ahora si hubo un incumplimiento por parte de la compañía de las condiciones de la Declaración de Impacto Ambiental con la que el Ministerio de Medio Ambiente autorizó a la empresa a desecar el último tramo del Sil y construir la nueva central.
Las analíticas realizadas ayer por los técnicos de la Confederación Hidrográfica evidencian, aunque aún no son concluyentes, que no hubo contaminación del agua. En el caso de que se compruebe que hubo una mínima afección, el organismo de cuenca impondría a la empresa una sanción e incluso valoraría la posibilidad de paralizar la obra. La Confederación Hidrográfica está dispuesta también a abrir expediente sancionador a la concesionaria si el hecho se repite, "haya o no contaminación". "No podemos consentir el incumplimiento de las condiciones de la autorización de impacto ambiental", dice un portavoz Medio Ambiente.
Mientras los técnicos continúan analizando los restos que han teñido de marrón el Miño y el Sil, el comisario de Aguas, Xan Carlos Nóvoa, recorría ayer los ríos en una lancha para comprobar el impacto. El presidente de la Confederación, Francisco Fernandez Liñares, ha ordenado intensificar la vigilancia del vaciado del Sil, con el compromiso de no superar un metro de profundidad por día.
Como primera medida, y pese a que "la calidad del agua no se ha visto alterada de momento", el organismo de cuenca ha instado ya a la eléctrica a tomar medidas, cumplir las condiciones estipuladas y "frenar de inmediato" el arrastre de los lodos provocado "por un vaciado rápido", en contra del compromiso de la empresa de realizarlo lo mas lentamente posible.
"No vamos a ver el río limpio hasta dentro de unos días", advierten desde la Confederación Hidrográfica, mientras instan a Iberdrola a "solucionar ya" las causas que motivaron la aparición de los restos de lodos y materia orgánica "arrastrados del fondo del río Sil" en el tramo en el que se lleva a cabo el vaciado.
La empresa aseguró al comienzo que esta operación se realizaría "muy paulatinamente" a razón de un metro de profundidad por día, durante 30, y turbinando el agua en lugar de abrir las compuertas para evitar arrastres. Ahora sostiene que cumple escrupulosamente con la Declaración de Impacto Ambiental y afirma que la mancha es consecuencia de los "residuos de las pizarreras y otras empresas de la zona que van a parar ahí". "No hemos acelerado el vaciado", sostienen portavoces de la empresa, que aseguran estos días que hasta el domingo, fecha final de la desecación, "irán aún más lentos". De la misma forma que los técnicos de la confederación hidrográfica, los biólogos de la empresa URS contratados por Iberdrola han certificado que "no hay contaminación del agua".
Mientras, El director general de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo, consideró que la afectación del vaciado en la actividad de los viticultores de la denominación de origen Ribeira Sacra será "limitada y puntual", aunque reconoció que "se les complican los trabajos" de extracción de la uva.
Por su parte, el senador por el BNG Xosé Manuel Pérez Bouza denunció el retraso en la aprobación de los planes hidrográficos, a los que obliga la directiva comunitaria del agua pero que Galicia no tiene al día y que, en su opinión, "protegerían a nuestros ríos de los abusos a los que los someten las empresas que los explotan".
Las analíticas realizadas ayer por los técnicos de la Confederación Hidrográfica evidencian, aunque aún no son concluyentes, que no hubo contaminación del agua. En el caso de que se compruebe que hubo una mínima afección, el organismo de cuenca impondría a la empresa una sanción e incluso valoraría la posibilidad de paralizar la obra. La Confederación Hidrográfica está dispuesta también a abrir expediente sancionador a la concesionaria si el hecho se repite, "haya o no contaminación". "No podemos consentir el incumplimiento de las condiciones de la autorización de impacto ambiental", dice un portavoz Medio Ambiente.
Mientras los técnicos continúan analizando los restos que han teñido de marrón el Miño y el Sil, el comisario de Aguas, Xan Carlos Nóvoa, recorría ayer los ríos en una lancha para comprobar el impacto. El presidente de la Confederación, Francisco Fernandez Liñares, ha ordenado intensificar la vigilancia del vaciado del Sil, con el compromiso de no superar un metro de profundidad por día.
Como primera medida, y pese a que "la calidad del agua no se ha visto alterada de momento", el organismo de cuenca ha instado ya a la eléctrica a tomar medidas, cumplir las condiciones estipuladas y "frenar de inmediato" el arrastre de los lodos provocado "por un vaciado rápido", en contra del compromiso de la empresa de realizarlo lo mas lentamente posible.
"No vamos a ver el río limpio hasta dentro de unos días", advierten desde la Confederación Hidrográfica, mientras instan a Iberdrola a "solucionar ya" las causas que motivaron la aparición de los restos de lodos y materia orgánica "arrastrados del fondo del río Sil" en el tramo en el que se lleva a cabo el vaciado.
La empresa aseguró al comienzo que esta operación se realizaría "muy paulatinamente" a razón de un metro de profundidad por día, durante 30, y turbinando el agua en lugar de abrir las compuertas para evitar arrastres. Ahora sostiene que cumple escrupulosamente con la Declaración de Impacto Ambiental y afirma que la mancha es consecuencia de los "residuos de las pizarreras y otras empresas de la zona que van a parar ahí". "No hemos acelerado el vaciado", sostienen portavoces de la empresa, que aseguran estos días que hasta el domingo, fecha final de la desecación, "irán aún más lentos". De la misma forma que los técnicos de la confederación hidrográfica, los biólogos de la empresa URS contratados por Iberdrola han certificado que "no hay contaminación del agua".
Mientras, El director general de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo, consideró que la afectación del vaciado en la actividad de los viticultores de la denominación de origen Ribeira Sacra será "limitada y puntual", aunque reconoció que "se les complican los trabajos" de extracción de la uva.
Por su parte, el senador por el BNG Xosé Manuel Pérez Bouza denunció el retraso en la aprobación de los planes hidrográficos, a los que obliga la directiva comunitaria del agua pero que Galicia no tiene al día y que, en su opinión, "protegerían a nuestros ríos de los abusos a los que los someten las empresas que los explotan".