An environmental report detected high acidity and heavy metals in the Odiel river
Sat, 29/05/2010
Tras el análisis de las aguas del río Odiel, en Huelva, históricamente contaminado por la actividad minera, la asociación ecologista WWF advirtió ayer que, a pesar de las actuaciones de restauración de la Junta de Andalucía y de las abundantes lluvias de este año, "el agua sigue presentando una acidez muy alta y un elevado índice de concentración de metales pesados". A su juicio, "estas circunstancias hacen inútil el proyecto de construcción de la presa de Alcolea", destinada al regadío, ya que "supondría un gran riesgo de contaminación para los cultivos, acuíferos y suelos. Además, representaría un coste desorbitado para los agricultores".
Los técnicos de WWF dieron a conocer ayer un informe sobre el estado de las aguas del río Odiel, en la zona donde está prevista la construcción de la presa de Alcolea, entre los ríos Odiel y Oraque y al norte del Chanza, cuyo principal objetivo sería el regadío de la Campiña, la parte oriental de Huelva y de determinadas zonas del Condado y el Entorno de Doñana. Diez años después de que el proyecto de la presa recibiera la Declaración de Impacto Ambiental positiva, y tras un intenso periodo de lluvias invernales, la organización ha comprobado sobre el terreno que "la calidad del agua en la cuenca no ha mejorado". En consecuencia, subraya que "no es viable para su uso en regadíos, y mucho menos para consumo humano. Esto desmiente la hipótesis en la que se apoyaba la aprobación del proyecto, que defendía que la situación mejoraría con las restauraciones, con la reducción de la actividad minera y con el lavado y el efecto de dilución de las lluvias y riadas, hasta el punto de permitir la autodepuración de las aguas en el embalse".
Los técnicos de WWF dieron a conocer ayer un informe sobre el estado de las aguas del río Odiel, en la zona donde está prevista la construcción de la presa de Alcolea, entre los ríos Odiel y Oraque y al norte del Chanza, cuyo principal objetivo sería el regadío de la Campiña, la parte oriental de Huelva y de determinadas zonas del Condado y el Entorno de Doñana. Diez años después de que el proyecto de la presa recibiera la Declaración de Impacto Ambiental positiva, y tras un intenso periodo de lluvias invernales, la organización ha comprobado sobre el terreno que "la calidad del agua en la cuenca no ha mejorado". En consecuencia, subraya que "no es viable para su uso en regadíos, y mucho menos para consumo humano. Esto desmiente la hipótesis en la que se apoyaba la aprobación del proyecto, que defendía que la situación mejoraría con las restauraciones, con la reducción de la actividad minera y con el lavado y el efecto de dilución de las lluvias y riadas, hasta el punto de permitir la autodepuración de las aguas en el embalse".