The storm 'Agatha' is chaos and destruction in Central America
Mon, 31/05/2010
Al menos 19 personas perdieron la vida ayer en Guatemala y El Salvador, 24 desaparecieron y decenas de miles tuvieron que ser evacuadas, en medio de los aludes de barro e inundaciones provocados por la tormenta tropical Agatha , la primera de una temporada de huracanes que este año amenaza con ser especialmente severa. Agatha se degradó anoche a depresión tropical al chocar con las montañas del oeste de Guatemala, pero sus aguaceros seguían siendo temibles y afectaban también al estado mexicano de Chiapas.
Las autoridades de los países centroamericanos y el sur de México habilitaron a toda prisa centenares de refugios. Las lluvias de Agatha van a prolongarse varios días, y ya se escuchó la frase que resume el efecto desastroso de estos fenómenos, tanto más temibles por sus aguas que por sus vientos: "Llovió en un día lo que había tenido que llover en un mes. Le pido a Dios que no siga lloviendo porque si no va a ser un gran desastre". Lo aseguraba un meteorólogo guatemalteco, César George.
Guatemala no se había repuesto todavía de la erupción del volcán Pacaya cuando la primera tormenta tropical vino a descargar la noche del sábado las aguas recogidas sobre el Pacífico.
EL AEROPUERTO, CERRADO La ceniza volcánica aún cubría calles, carreteras y pistas de un aeropuerto internacional que iba a seguir cerrado. El presidente, Alvaro Colom, reiteró la recomendación de que nadie saliera de su casa. Pero las primeras víctimas fueron dos niños y dos adultos, cuya casa fue aplastada por un alud de rocas y lodo.
Los sucesivos informes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) fueron similares: cuatro niños muertos por un corrimiento de tierras en una aldea, cuatro adultos en una barriada de la capital. El último informe oficial hablaba de de 13 personas fallecidas, 22 desaparecidas, 8.000 afectadas, 5.000 damnificadas y más de 60.000 evacuadas, así como 3.500 viviendas dañadas. En un barrio de la ciudad de Guatemala casi desapareció un edificio de tres pisos, sin víctimas.
Pero el número de muertos podía ser mucho mayor, a juzgar por las llamadas telefónicas a las emisoras de radio locales y los mensajes de las redes sociales de internet, que daban cuenta de casas hundidas y más víctimas en otros lugares. Colom reconoció anoche estar aún en la "fase de evaluación" y no tener ni noticias de las pequeñas poblaciones pesqueras de la costa, que seguían "aisladas por mar, tierra y aire" tras recibir el embate de Agatha .
ALERTA ROJA Las fuertes lluvias provocadas por la tormenta tropical se cobraron también la vida de al menos seis personas en distintos puntos del vecino El Salvador, donde el presidente, Mauricio Funes, decretó la alerta roja. Los cuerpos de socorro trataban de localizar a dos personas desaparecidas en una comunidad del oeste, mientras centenares de vecinos eran evacuados de las zonas afectadas o en alto riesgo de inundación o avalanchas. Agatha solo es el preludio de una temporada que los meteorólogos prevén que será "extremadamente activa".
Las autoridades de los países centroamericanos y el sur de México habilitaron a toda prisa centenares de refugios. Las lluvias de Agatha van a prolongarse varios días, y ya se escuchó la frase que resume el efecto desastroso de estos fenómenos, tanto más temibles por sus aguas que por sus vientos: "Llovió en un día lo que había tenido que llover en un mes. Le pido a Dios que no siga lloviendo porque si no va a ser un gran desastre". Lo aseguraba un meteorólogo guatemalteco, César George.
Guatemala no se había repuesto todavía de la erupción del volcán Pacaya cuando la primera tormenta tropical vino a descargar la noche del sábado las aguas recogidas sobre el Pacífico.
EL AEROPUERTO, CERRADO La ceniza volcánica aún cubría calles, carreteras y pistas de un aeropuerto internacional que iba a seguir cerrado. El presidente, Alvaro Colom, reiteró la recomendación de que nadie saliera de su casa. Pero las primeras víctimas fueron dos niños y dos adultos, cuya casa fue aplastada por un alud de rocas y lodo.
Los sucesivos informes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) fueron similares: cuatro niños muertos por un corrimiento de tierras en una aldea, cuatro adultos en una barriada de la capital. El último informe oficial hablaba de de 13 personas fallecidas, 22 desaparecidas, 8.000 afectadas, 5.000 damnificadas y más de 60.000 evacuadas, así como 3.500 viviendas dañadas. En un barrio de la ciudad de Guatemala casi desapareció un edificio de tres pisos, sin víctimas.
Pero el número de muertos podía ser mucho mayor, a juzgar por las llamadas telefónicas a las emisoras de radio locales y los mensajes de las redes sociales de internet, que daban cuenta de casas hundidas y más víctimas en otros lugares. Colom reconoció anoche estar aún en la "fase de evaluación" y no tener ni noticias de las pequeñas poblaciones pesqueras de la costa, que seguían "aisladas por mar, tierra y aire" tras recibir el embate de Agatha .
ALERTA ROJA Las fuertes lluvias provocadas por la tormenta tropical se cobraron también la vida de al menos seis personas en distintos puntos del vecino El Salvador, donde el presidente, Mauricio Funes, decretó la alerta roja. Los cuerpos de socorro trataban de localizar a dos personas desaparecidas en una comunidad del oeste, mientras centenares de vecinos eran evacuados de las zonas afectadas o en alto riesgo de inundación o avalanchas. Agatha solo es el preludio de una temporada que los meteorólogos prevén que será "extremadamente activa".