El proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa, el llamado Modificado 3 (el primer modificado inició sus obras en 2001 con un proyecto que se aprobó en 1983), sigue estancado en los despachos del Ministerio de Medio Ambientes debido a la delicada actuación que se plantean en las laderas del pantano hasta situar su cota máxima de llenado a 511 metros (lo que suponía reducirla de los 521 metros previstos de inicio, pero recrecerla desde los 488 metros actuales).

De hecho, desde que el proyecto salió a información pública en febrero de 2009, no ha habido noticias del cauce que ha seguido el resto de la tramitación administrativa. Entre ésta destaca por su preponderancia para activar la obra la Declaración de Impacto Ambiental, cuestión clave en este caso por las grandes afecciones del recrecimiento y por los abundantes informes que no recomiendan la acometida del proyecto o que, en caso de que se realice, invitan al estudio de los estribos donde se apoya la presa para evitar filtraciones de agua, según alega la Asociación Río Aragón.

Esta declaración ambiental acumula un retraso de entre seis y nueve meses, un plazo que a juicio de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental se considera necesario "para poder hacer las cosas bien y valorar la información nueva que hemos recibido". En la última comisión de seguimiento del Pacto del Agua que presidió la ex ministra Cristina Narbona se ofreció un cronograma que situaba siete meses de margen entre la salida a información pública del modificado y su declaración ambiental. Si tal previsión se hubiera cumplido, la DIA se tenía que haber recibido en septiembre de 2009.

Alargando este plazo, Rafael Romeo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, consideró el año pasado que todo el procedimiento, incluidas las 3.700 alegaciones que se presentaron al recrecimiento, podían resolverse a finales de 2009 o principios de 2010. De momento, nada de nada. El Ministerio, cuestionado por los plazos que se manejan, no quiso ofrecer fecha alguna. Con este horizonte de perspectivas y teniendo en cuenta que las obras se prolongarán durante al menos cuatro años, Yesa seguirá con su cota actual hasta 2016, mínimo.

La tramitación ambiental todavía se prolongará varios meses en caso de que refrende la continuidad del proyecto, que estará pendiente de que sea aprobada por el Consejo de Obras Públicas, el de Estado y el Consejo de Ministros. Pese a todavía no confirmarse la viabilidad de la obra, Medio Ambiente tampoco quiso aclarar si las inversiones en Yesa se verán afectadas por el recorte presupuestario del Gobierno de Zapatero.

De momento, el Estado ya ha invertido en el proyecto 86 millones hasta diciembre de 2009, además de otros 23 que se destinaron a restituir la presa eléctrica, la construcción de un canal auxiliar de la toma de Bardenas (para caudales de invierno) y el asentamiento de la carretera de acceso a la coronación desde el estribo izquierdo. Este año se ha llevado una importante actuación como la nueva toma del Canal de Bardenas, que entró en servicio recientemente. Otras obras representativas ya ejecutadas son el desagüe de fondo y el desmonte y acondicionamiento de laderas donde se asienta el estribo de la nueva presa, una presa de la que sin embargo nadie se atreve a pronosticar una fecha de reforma.

Luis Solana, presidente de la Asociación Río Aragón, contraria al recrecimiento y conocedora al detalle de los pormenores del recrecimiento de Yesa, afirmó ayer que se encuentran "a la expectativa y con un poco de incertidumbre ante el proyecto de recrecimiento, porque se sigue invirtiendo dinero para obras anexas cuando el proyecto matriz está estancado". Según Solana, los informes que a nivel interno maneja el Ministerio de Medio Ambiente son "muy críticos con el proyecto pero también nos afirmaron que aunque quieran hacer las cosas bien, el proyecto no se va a aplazar sine díe". Ya el informe de mayo de 2008, que se encuentra en información pública y que versaba sobre la Calidad y Evaluación Ambiental, "era muy exigente y, a eso se ha añadido que, si el proyecto inicial estaba presupuestado en 113 millones, a día de hoy el modificado 3 de Yesa suma 242 millones de euros". Por último, Solana indicó sobre la falta de idoneidad del proyecto que, "a partir de este julio, los habitantes de Zaragoza capital ya podrán disfrutar al 100% del agua de Yesa a través del embalse de Loteta.