Zaragoza will start to supply itself with water of Yesa in July
Fri, 18/06/2010
Zaragoza empezará a abastecerse con agua cien por cien del embalse de Yesa a principios de julio. Fuentes del Ayuntamiento y de la Confederación Hidrográfica del Ebro han confirmado que, tal y como estaba previsto, la capital aragonesa va a prescindir por completo del Canal Imperial en apenas dos semanas, lo que conllevará otra importante mejora en la calidad del suministro que se sumará a la que ya se produjo hace justo un año -cuando los caudales del Pirineo se incorporaron a la red al 50%-.
El agua de Yesa contiene hasta un 75% menos de sales disueltas y la mitad de materia orgánica que la del Canal Imperial. Por eso la mezcla de ambas ya supuso que los niveles de cal, de magnesio y de otras sustancias presentes en el suministro de la ciudad cayeran entre un 37% y un 57%. Pese a todo, el agua de boca sigue siendo bastante dura con las desventajas que eso conlleva.
A partir de julio, los parámetros que condicionan la calidad del abastecimiento volverán a mejorar, lo que no solo afectará al sabor y al resto de características organolépticas. También se reducirán los problemas que compuestos como los nitratos o el sodio pueden conllevar para la salud de ciertos sectores de la población y se minimizarán las averías en los electrodomésticos, las dificultades para lavar y fregar, los gastos extra en sistemas de descalcificación... En cualquier caso, hay que recordar que este nuevo abastecimiento seguirá siendo provisional hasta que entre en servicio el recrecimiento de Yesa -es decir, al menos hasta el año 2016-. Mientras tanto, Zaragoza solo podrá recibir agua de calidad del Pirineo cuando el sistema de riegos de Bardenas disponga de excedentes o cuando haya reservas en el embalse de La Loteta.
El nuevo pantano construido en las inmediaciones de Gallur puede llenarse tanto con agua de Yesa como mediante una elevación desde el Canal que aprovecharía las épocas en las que el Ebro lleva más caudal y por tanto la contaminación está más diluida. No obstante, esa opción mermaría la calidad del suministro a Zaragoza, y además sería más cara debido al gasto energético que llevaría aparejada -primero para bombear el agua desde el Canal y luego para sacarla del embalse-. Sea como sea, se antoja difícil que la capital aragonesa tenga que volver a beber del Ebro en verano. En cuanto al coste añadido que tendrá el abastecimiento integral desde Yesa, el Ayuntamiento de Zaragoza ya se ha comprometido a no encarecer el recibo del agua al menos hasta el año que viene. No obstante, todo apunta a que, cuando quiera que se produzca, esa subida será notable -este año, con la mezcla al 50% del Canal y del Pirineo, la tasa se ha encarecido un 5%-.
Además, hay que recordar que en la tarifa que el Consistorio paga a la empresa estatal Acuaebro por el agua de Yesa aún no se incluye la amortización de las distintas obras hidráulicas que harán posible el nuevo abastecimiento -la tubería desde la acequia de Sora, el embalse de La Loteta, el recrecimiento de Yesa...-. Ese concepto empezará a pagarse cuando el embalse del que depende el sistema de Bardenas esté ampliado, y conllevará una nueva subida del agua aún más importante.
Fuentes municipales y de la Confederación explicaron que la fecha exacta en la que Zaragoza empiece a abastecerse solo con agua del Pirineo está pendiente de un acto en el que el alcalde, Juan Alberto Belloch, el presidente de la CHE, Rafael Romeo, y el del Canal Imperial, Ángel Lasheras, explicarán los detalles del nuevo acuerdo. También anunciarán la retirada de todos los contenciosos que el Ayuntamiento y los regantes se han interpuesto en los últimos tiempos.
Esos recursos judiciales se han resuelto con el acuerdo alcanzado recientemente para que Zaragoza y el resto de municipios que ya beben agua de Yesa paguen a Acuaebro 0,0913 euros por metro cúbico de agua servida. En esa cantidad se incluyen tres conceptos: un canon por mantener el Canal Imperial como fuente de reserva, otro por la utilización de Yesa y del canal de Bardenas y una cantidad para cubrir el mantenimiento de la tubería.
Turbidez. Los caudales del río Aragón tienen en torno a la cuarta parte de partículas en suspensión que las del Canal Imperial. Este parámetro está directamente relacionado con la turbidez del suministro y encarece la potabilización. Materia orgánica. El agua de Yesa contiene aproximadamente la mitad de materia orgánica que la del Canal, lo que permitirá reducir aún más la cantidad de cloro presente en la red. Contaminación biológica.
Al ser un río de montaña, en el Aragón prácticamente no hay contaminación microbiológica. Por el contrario, en el Canal se suelen medir niveles significativos de coliformes, estreptococos, salmonelas y otros agentes que también obligan a intensificar la cloración. Sales disueltas. La conductividad (presencia de sales) del agua de Yesa es hasta un 75% inferior a la del Canal. Los caudales del río Aragón son aproximadamente la mitad de duros que los del Canal, es decir, tienen la mitad de calcio y magnesio. La diferencia también es muy importante en los niveles de otras sustancias como el sodio, los cloruros, los nitratos, el potasio, el magnesio...
El agua de Yesa contiene hasta un 75% menos de sales disueltas y la mitad de materia orgánica que la del Canal Imperial. Por eso la mezcla de ambas ya supuso que los niveles de cal, de magnesio y de otras sustancias presentes en el suministro de la ciudad cayeran entre un 37% y un 57%. Pese a todo, el agua de boca sigue siendo bastante dura con las desventajas que eso conlleva.
A partir de julio, los parámetros que condicionan la calidad del abastecimiento volverán a mejorar, lo que no solo afectará al sabor y al resto de características organolépticas. También se reducirán los problemas que compuestos como los nitratos o el sodio pueden conllevar para la salud de ciertos sectores de la población y se minimizarán las averías en los electrodomésticos, las dificultades para lavar y fregar, los gastos extra en sistemas de descalcificación... En cualquier caso, hay que recordar que este nuevo abastecimiento seguirá siendo provisional hasta que entre en servicio el recrecimiento de Yesa -es decir, al menos hasta el año 2016-. Mientras tanto, Zaragoza solo podrá recibir agua de calidad del Pirineo cuando el sistema de riegos de Bardenas disponga de excedentes o cuando haya reservas en el embalse de La Loteta.
El nuevo pantano construido en las inmediaciones de Gallur puede llenarse tanto con agua de Yesa como mediante una elevación desde el Canal que aprovecharía las épocas en las que el Ebro lleva más caudal y por tanto la contaminación está más diluida. No obstante, esa opción mermaría la calidad del suministro a Zaragoza, y además sería más cara debido al gasto energético que llevaría aparejada -primero para bombear el agua desde el Canal y luego para sacarla del embalse-. Sea como sea, se antoja difícil que la capital aragonesa tenga que volver a beber del Ebro en verano. En cuanto al coste añadido que tendrá el abastecimiento integral desde Yesa, el Ayuntamiento de Zaragoza ya se ha comprometido a no encarecer el recibo del agua al menos hasta el año que viene. No obstante, todo apunta a que, cuando quiera que se produzca, esa subida será notable -este año, con la mezcla al 50% del Canal y del Pirineo, la tasa se ha encarecido un 5%-.
Además, hay que recordar que en la tarifa que el Consistorio paga a la empresa estatal Acuaebro por el agua de Yesa aún no se incluye la amortización de las distintas obras hidráulicas que harán posible el nuevo abastecimiento -la tubería desde la acequia de Sora, el embalse de La Loteta, el recrecimiento de Yesa...-. Ese concepto empezará a pagarse cuando el embalse del que depende el sistema de Bardenas esté ampliado, y conllevará una nueva subida del agua aún más importante.
Fuentes municipales y de la Confederación explicaron que la fecha exacta en la que Zaragoza empiece a abastecerse solo con agua del Pirineo está pendiente de un acto en el que el alcalde, Juan Alberto Belloch, el presidente de la CHE, Rafael Romeo, y el del Canal Imperial, Ángel Lasheras, explicarán los detalles del nuevo acuerdo. También anunciarán la retirada de todos los contenciosos que el Ayuntamiento y los regantes se han interpuesto en los últimos tiempos.
Esos recursos judiciales se han resuelto con el acuerdo alcanzado recientemente para que Zaragoza y el resto de municipios que ya beben agua de Yesa paguen a Acuaebro 0,0913 euros por metro cúbico de agua servida. En esa cantidad se incluyen tres conceptos: un canon por mantener el Canal Imperial como fuente de reserva, otro por la utilización de Yesa y del canal de Bardenas y una cantidad para cubrir el mantenimiento de la tubería.
Turbidez. Los caudales del río Aragón tienen en torno a la cuarta parte de partículas en suspensión que las del Canal Imperial. Este parámetro está directamente relacionado con la turbidez del suministro y encarece la potabilización. Materia orgánica. El agua de Yesa contiene aproximadamente la mitad de materia orgánica que la del Canal, lo que permitirá reducir aún más la cantidad de cloro presente en la red. Contaminación biológica.
Al ser un río de montaña, en el Aragón prácticamente no hay contaminación microbiológica. Por el contrario, en el Canal se suelen medir niveles significativos de coliformes, estreptococos, salmonelas y otros agentes que también obligan a intensificar la cloración. Sales disueltas. La conductividad (presencia de sales) del agua de Yesa es hasta un 75% inferior a la del Canal. Los caudales del río Aragón son aproximadamente la mitad de duros que los del Canal, es decir, tienen la mitad de calcio y magnesio. La diferencia también es muy importante en los niveles de otras sustancias como el sodio, los cloruros, los nitratos, el potasio, el magnesio...