The desalination plant of Xabia reduces the activity by the excess of water
Fri, 18/06/2010
El Ayuntamiento de Xàbia ha acordado paralizar cada día durante unas horas la flamante planta desaladora de la población para ahorrar gastos y energía ante los excedentes de agua debido a las intensas lluvias de los últimos meses. La población puede ahora abastecerse de los pozos del municipio, los mismos que antes, cuando no había precipitaciones, estaban secos y motivaron la construcción de la planta.
Otra causa de la clausura parcial de la producción de la planta esa la situación de quiebra técnica que atraviesa la concesionaria pública del agua, Amjasa, que entrará en 2011 en quiebra técnica tras arrojar el último año pérdidas por 766.000 euros. Estos números rojos son traumáticos para una población que hace solo unos años impulsó la única desaladora de La Marina Alta, con prestaciones tecnológicas a la vanguardia europea.
Paradójicamente, existe una alternativa para que la desaladora de Xàbia sea rentable pero a la que por el momento y sorprendentemente se ha negado el gobierno local formado por el Bloc y el PP, liderado por el alcalde nacionalista Eduardo Monfort: vender el agua excedente de la planta a otros municipios de la comarca que la necesitan. De hecho, Dénia o Calp han pedido una desaladora para resolver sus carencias de suministro.
Ante este cúmulo de contradicciones, el Ministerio de Medio Ambiente se ha decidido a investigar la situación del abastecimiento en Xàbia, barajando incluso la opción, por ahora lejana, de expropiar la desaladora. Aunque las fuentes ministeriales no lo confirman, es plausible que Medio Ambiente también se plantee, con los recortes presupuestarios actuales, aplazar la construcción de nuevas instalaciones pendientes en Dénia o en Calp, máxime cuando a pocos kilómetros de la misma comarca existen recursos que no se están aprovechando.
Por otro lado, la ciudad de Benidorm consume en la actualidad prácticamente la misma agua que en 1975 a pesar de que su población estable se ha multiplicado por cuatro, y el número de turistas, por tres, informa Efe. Según un estudio realizado por el sociólogo Mario Gaviria, Premio Nacional de Medio Ambiente 2005, los 15.000 vecinos de 1975 consumían 10 hectómetros cúbicos de agua al año y ahora, con 71.034 vecinos empadronados, son 11.
Según el estudio, esto ha sido posible gracias al descenso significativo en el consumo medio de agua por día y persona: frente a los 1.107 litros de 1975 se sitúan los 383 litros actuales. El informe sostiene que la capital turística de la Costa Blanca cuenta con el "sistema de abastecimiento más eficiente, mejor y más sostenible del mundo".
Otra causa de la clausura parcial de la producción de la planta esa la situación de quiebra técnica que atraviesa la concesionaria pública del agua, Amjasa, que entrará en 2011 en quiebra técnica tras arrojar el último año pérdidas por 766.000 euros. Estos números rojos son traumáticos para una población que hace solo unos años impulsó la única desaladora de La Marina Alta, con prestaciones tecnológicas a la vanguardia europea.
Paradójicamente, existe una alternativa para que la desaladora de Xàbia sea rentable pero a la que por el momento y sorprendentemente se ha negado el gobierno local formado por el Bloc y el PP, liderado por el alcalde nacionalista Eduardo Monfort: vender el agua excedente de la planta a otros municipios de la comarca que la necesitan. De hecho, Dénia o Calp han pedido una desaladora para resolver sus carencias de suministro.
Ante este cúmulo de contradicciones, el Ministerio de Medio Ambiente se ha decidido a investigar la situación del abastecimiento en Xàbia, barajando incluso la opción, por ahora lejana, de expropiar la desaladora. Aunque las fuentes ministeriales no lo confirman, es plausible que Medio Ambiente también se plantee, con los recortes presupuestarios actuales, aplazar la construcción de nuevas instalaciones pendientes en Dénia o en Calp, máxime cuando a pocos kilómetros de la misma comarca existen recursos que no se están aprovechando.
Por otro lado, la ciudad de Benidorm consume en la actualidad prácticamente la misma agua que en 1975 a pesar de que su población estable se ha multiplicado por cuatro, y el número de turistas, por tres, informa Efe. Según un estudio realizado por el sociólogo Mario Gaviria, Premio Nacional de Medio Ambiente 2005, los 15.000 vecinos de 1975 consumían 10 hectómetros cúbicos de agua al año y ahora, con 71.034 vecinos empadronados, son 11.
Según el estudio, esto ha sido posible gracias al descenso significativo en el consumo medio de agua por día y persona: frente a los 1.107 litros de 1975 se sitúan los 383 litros actuales. El informe sostiene que la capital turística de la Costa Blanca cuenta con el "sistema de abastecimiento más eficiente, mejor y más sostenible del mundo".