The humanitarian aid of the ONU is insufficient for Pakistan
Tue, 17/08/2010
Pakistán tan sólo ha recibido 125 de los 459 millones de dólares (un 27%) en ayuda humanitaria que la ONU solicitó a la comunidad internacional para ayudar a los afectados de las inundaciones que han supuesto una de las peores catástrofes naturales de su historia. Esta situación de caos ha provocado que los afectados bloqueen carreteras en la búsqueda desesperada por conseguir algo del material donado por la comunidad internacional.
"El destino de millones de niños está en grave peligro", dijo el portavoz de la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (Unocha), Maurizio Giuliano, quien recordó que la infancia acostumbra a ser la primera afectada por la escasez de agua, alimentos y medidas higiénicas básicas y aventuró que las muertes registradas hasta ahora (1.600 en total, según su organismo) no son nada "comparado con lo que puede venir".
Por otra parte, las víctimas de las inundaciones bloquearon ayer una carretera para pedir ayuda al Gobierno mientras las agencias humanitarias alertan de que la ayuda llega de forma muy lenta a los millones de afectados que carecen de agua potable y alimentos.
Para afrontar este reto, la ONU solicitó la semana pasada a la comunidad internacional 459 millones de dólares, pero Pakistán tan sólo ha recibido hasta ahora 125, según los datos de Giuliano.
El descontento entre la sociedad paquistaní ha crecido en las dos últimas semanas. Decenas de hombres y un puñado de mujeres armados con palos intentaron bloquear cinco carriles de tráfico en las afueras de Sukkur, una de las mayores ciudades de la provincia de Sindh, en el sur del país. Además, los residentes amenazaron con golpear con los palos a los coches que se acercaran.
Giuliano advirtió que "es posible" que se hayan producido ya los primeros fallecimientos por hambre y que la falta de alimentos ha podido afectar de forma indirecta a muchas personas ya enfermas.
El portavoz aseguró que la ONU se está preparando de forma "preventiva" para dar medicamentos a dos millones de enfermos potenciales de malaria y a 1,5 millones de personas posiblemente afectadas por las diarreas, entre ellas 140.000 que podrían tener cólera, aunque el Gobierno paquistaní todavía no ha admitido ningún caso de esta enfermedad.
El portavoz se mostró "optimista" sobre la posibilidad de que Pakistán reciba el 73% restante de ayudas y avisó de que, de no ser así, están "en peligro" las vidas de muchas personas.
Los donativos se destinarán a comida, tiendas de campaña, agua potable y material sanitario para los veinte millones de afectados por la catástrofe, pero con especial urgencia para ocho de ellos, que son los que se encuentran más desamparados.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su visita a Pakistán, reconoció no haber visto jamás una catástrofe comparable a las inundaciones que ha sufrido Pakistán en las últimas semanas, con unos 20 millones de afectados, según el Gobierno.
Además, las autoridades temen desde hace días un empeoramiento de la situación y tienen la atención puesta en dos presas que, por el momento, resisten el embate de las aguas en la provincia sudoriental de Sindh.
"El destino de millones de niños está en grave peligro", dijo el portavoz de la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (Unocha), Maurizio Giuliano, quien recordó que la infancia acostumbra a ser la primera afectada por la escasez de agua, alimentos y medidas higiénicas básicas y aventuró que las muertes registradas hasta ahora (1.600 en total, según su organismo) no son nada "comparado con lo que puede venir".
Por otra parte, las víctimas de las inundaciones bloquearon ayer una carretera para pedir ayuda al Gobierno mientras las agencias humanitarias alertan de que la ayuda llega de forma muy lenta a los millones de afectados que carecen de agua potable y alimentos.
Para afrontar este reto, la ONU solicitó la semana pasada a la comunidad internacional 459 millones de dólares, pero Pakistán tan sólo ha recibido hasta ahora 125, según los datos de Giuliano.
El descontento entre la sociedad paquistaní ha crecido en las dos últimas semanas. Decenas de hombres y un puñado de mujeres armados con palos intentaron bloquear cinco carriles de tráfico en las afueras de Sukkur, una de las mayores ciudades de la provincia de Sindh, en el sur del país. Además, los residentes amenazaron con golpear con los palos a los coches que se acercaran.
Giuliano advirtió que "es posible" que se hayan producido ya los primeros fallecimientos por hambre y que la falta de alimentos ha podido afectar de forma indirecta a muchas personas ya enfermas.
El portavoz aseguró que la ONU se está preparando de forma "preventiva" para dar medicamentos a dos millones de enfermos potenciales de malaria y a 1,5 millones de personas posiblemente afectadas por las diarreas, entre ellas 140.000 que podrían tener cólera, aunque el Gobierno paquistaní todavía no ha admitido ningún caso de esta enfermedad.
El portavoz se mostró "optimista" sobre la posibilidad de que Pakistán reciba el 73% restante de ayudas y avisó de que, de no ser así, están "en peligro" las vidas de muchas personas.
Los donativos se destinarán a comida, tiendas de campaña, agua potable y material sanitario para los veinte millones de afectados por la catástrofe, pero con especial urgencia para ocho de ellos, que son los que se encuentran más desamparados.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su visita a Pakistán, reconoció no haber visto jamás una catástrofe comparable a las inundaciones que ha sufrido Pakistán en las últimas semanas, con unos 20 millones de afectados, según el Gobierno.
Además, las autoridades temen desde hace días un empeoramiento de la situación y tienen la atención puesta en dos presas que, por el momento, resisten el embate de las aguas en la provincia sudoriental de Sindh.