The CHG ruled that the death of fish in The Vicar is a landfill
Wed, 18/08/2010
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Eduardo Alvarado, ha descartado, en declaraciones hoy a Efe, que la aparición de decenas de peces muertos en el embalse de El Vicario (Ciudad Real) pueda estar relacionada con un vertido o con la calidad que presenta el agua.
Alvarado ha señalado que los técnicos la CHG han recogido unos 300 kilos de peces, principalmente carpas de pequeño tamaño, que llevan apareciendo muertos desde la semana pasada.
El presidente de la CHG ha comentado que se están investigando las causas que han podido provocar la muerte de estos peces, si bien, por el momento, y tras unos análisis iniciales, han descartado que se pueda tratar de un vertido accidental o intencionado en el pantano.
También ha descartado que la muerte tenga que ver con la calidad de las aguas, pues el pantano se encuentra con un nivel importante de agua, muy superior al de otros años en los que se han registrado otros episodios de muertes de peces.
Para el presidente de este órgano confederado, la muerte puede estar relacionada con la propia actividad de pesca o por el cambio brusco de temperatura del agua que puede tener influencia en los ejemplares de peces más débiles.
Ha recordado que la biomasa piscícola de este embalse, donde se practica la pesca, es muy elevada, lo que, en ocasiones, provoca este tipo de situaciones.
En cualquier caso, la CHG mantiene abierta la investigación, pues, como ha señalado Alvarado, la mortandad de peces "no siempre responde a unos mismos criterios".
En este sentido, ha recordado que este episodio de muertes de peces no es comparable con el que se vivió el verano pasado y en el que la CHG llegó a retirar más de 17.000 kilos de peces muertos.
En aquel entonces, la CHG concluyó que la mortandad de peces se produjo por asfixia como consecuencia de las bajas concentraciones de oxígeno que presentaba el agua del pantano que por entonces registraba niveles muy bajos de almacenamiento.
La CHG aseguró que el embalse presentaba un elevado grado trófico por la alta concentración de nutrientes y la elevada presencia de algas; las altas temperaturas y el gran consumo de oxígeno del propio ecosistema, lo que motivó la muerte de los peces.
Alvarado ha señalado que los técnicos la CHG han recogido unos 300 kilos de peces, principalmente carpas de pequeño tamaño, que llevan apareciendo muertos desde la semana pasada.
El presidente de la CHG ha comentado que se están investigando las causas que han podido provocar la muerte de estos peces, si bien, por el momento, y tras unos análisis iniciales, han descartado que se pueda tratar de un vertido accidental o intencionado en el pantano.
También ha descartado que la muerte tenga que ver con la calidad de las aguas, pues el pantano se encuentra con un nivel importante de agua, muy superior al de otros años en los que se han registrado otros episodios de muertes de peces.
Para el presidente de este órgano confederado, la muerte puede estar relacionada con la propia actividad de pesca o por el cambio brusco de temperatura del agua que puede tener influencia en los ejemplares de peces más débiles.
Ha recordado que la biomasa piscícola de este embalse, donde se practica la pesca, es muy elevada, lo que, en ocasiones, provoca este tipo de situaciones.
En cualquier caso, la CHG mantiene abierta la investigación, pues, como ha señalado Alvarado, la mortandad de peces "no siempre responde a unos mismos criterios".
En este sentido, ha recordado que este episodio de muertes de peces no es comparable con el que se vivió el verano pasado y en el que la CHG llegó a retirar más de 17.000 kilos de peces muertos.
En aquel entonces, la CHG concluyó que la mortandad de peces se produjo por asfixia como consecuencia de las bajas concentraciones de oxígeno que presentaba el agua del pantano que por entonces registraba niveles muy bajos de almacenamiento.
La CHG aseguró que el embalse presentaba un elevado grado trófico por la alta concentración de nutrientes y la elevada presencia de algas; las altas temperaturas y el gran consumo de oxígeno del propio ecosistema, lo que motivó la muerte de los peces.