The Government resumes the works of Santa Eularia´s desalination plant and reduces the impact
Tue, 24/08/2010
El Gobierno central ha reanudado la construcción de la desaladora de Santa Eulària, que desde hace al menos dos años y medio se encontraba paralizada por varias modificaciones en el proyecto al objeto de reducir el impacto visual que ocasionaban algunas de sus partes, especialmente el depósito regulador proyectado en la zona de Can Guasch, en las afueras de Santa Eulària.
En la actualidad, se están desarrollando los trabajos de construcción de este depósito, que inicialmente iba a consistir en una estructura de hormigón de seis metros de altura y ahora, después de la inquietud mostrada por el Ayuntamiento, se distribuirá de forma escalonada y estará recubierto de piedra natural y oculto tras una pantalla vegetal. Las obras actuales consisten de momento en los movimientos de tierra previos a la construcción de la estructura.
Asimismo, se ha cambiado el diseño de la cántara, que es una especie de depósito situado junto al mar en el lugar donde se captará el agua. Según informaron técnicos municipales, esta estructura «se integrará como si fuera una jardinera» para reducir su impacto.
Ya desde un primer momento el ministerio de Medio Ambiente que dirigía Cristina Narbona contempló evitar la construcción de pozos captadores de agua de mar para evitar que pudieran alterar los acuíferos de agua dulce que hay en la zona. De este modo, según recordaron los técnicos municipales, se prevé tomar el agua marina directamente a una profundidad de 18 metros mediante canalizaciones que llevan el caudal a la cántara y de allí a la desaladora mediante tuberías subterráneas. Las canalizaciones submarinas estarán también parcialmente soterradas para evitar daños a las praderas de posidonia, según afirmó hace dos años el director de las obras de la planta en su visita a Eivissa. 10.000 metros cúbicos La planta desaladora de Santa Eulària, que está ubicada junto a la depuradora, en la zona de Can Sansó, tendrá una capacidad de producción de 10.000 metros cúbicos diarios, ampliable en 5.000 metros cúbicos más, lo que permitiría abastecer a una población de 53.000 habitantes, según el proyecto. Esta planta estará conectada con las de Vila y Sant Antoni mediante la red de tuberías que se está construyendo por parte del Govern y que llevará agua potable a todos los puntos de la isla.
La construcción de la planta arrastra un importante retraso desde que fue declarada de interés general en 2001 y adjudicada en el año Depósito escalonado El depósito regulador se construirá en forma escalonada y estará recubierto de piedra natural, después de las modificaciones autorizadas por el Gobierno. La estructura que se construirá junto al mar para captar agua también se ha modificado para reducir el impacto. Casi tres años paradas Las obras han estado interrumpidas casi por completo durante dos años y medio o tres, dado que se han tenido que tramitar los cambios ante los organismos correspondientes.
2005. La necesidad de hacer modificaciones en el proyecto inicial interrumpió los trabajos en 2007, cuando se autorizaron las variaciones, que a lo largo de 2008 fueron sometidas a un estudio de impacto ambiental.
En su día, la ministra Cristina Narbona informó de que el incremento previsto en la producción de agua no variará la tarifa final que abonarán los consumidores.
El proyecto se ejecuta bajo el sistema de concesión, con lo que la empresa recuperará la inversión hecha para su construcción mediante la venta del agua por un periodo determinado de tiempo. El presupuesto ha sido de unos 14 millones de euros y ha contado con una aportación de ocho millones procedentes de los fondos de cohesión de la Unión Europea.
Esta será la tercera planta de desalación de agua de mar que entre en funcionamiento en la isla de Eivissa después de las de Eivissa y Sant Antoni. Su puesta en marcha conllevará un fuerte incremento del consumo de energía eléctrica en la central de GESA de Vila, ya que este tipo de instalaciones requiere de una elevada potencia energética para funcionar.
En la actualidad, se están desarrollando los trabajos de construcción de este depósito, que inicialmente iba a consistir en una estructura de hormigón de seis metros de altura y ahora, después de la inquietud mostrada por el Ayuntamiento, se distribuirá de forma escalonada y estará recubierto de piedra natural y oculto tras una pantalla vegetal. Las obras actuales consisten de momento en los movimientos de tierra previos a la construcción de la estructura.
Asimismo, se ha cambiado el diseño de la cántara, que es una especie de depósito situado junto al mar en el lugar donde se captará el agua. Según informaron técnicos municipales, esta estructura «se integrará como si fuera una jardinera» para reducir su impacto.
Ya desde un primer momento el ministerio de Medio Ambiente que dirigía Cristina Narbona contempló evitar la construcción de pozos captadores de agua de mar para evitar que pudieran alterar los acuíferos de agua dulce que hay en la zona. De este modo, según recordaron los técnicos municipales, se prevé tomar el agua marina directamente a una profundidad de 18 metros mediante canalizaciones que llevan el caudal a la cántara y de allí a la desaladora mediante tuberías subterráneas. Las canalizaciones submarinas estarán también parcialmente soterradas para evitar daños a las praderas de posidonia, según afirmó hace dos años el director de las obras de la planta en su visita a Eivissa. 10.000 metros cúbicos La planta desaladora de Santa Eulària, que está ubicada junto a la depuradora, en la zona de Can Sansó, tendrá una capacidad de producción de 10.000 metros cúbicos diarios, ampliable en 5.000 metros cúbicos más, lo que permitiría abastecer a una población de 53.000 habitantes, según el proyecto. Esta planta estará conectada con las de Vila y Sant Antoni mediante la red de tuberías que se está construyendo por parte del Govern y que llevará agua potable a todos los puntos de la isla.
La construcción de la planta arrastra un importante retraso desde que fue declarada de interés general en 2001 y adjudicada en el año Depósito escalonado El depósito regulador se construirá en forma escalonada y estará recubierto de piedra natural, después de las modificaciones autorizadas por el Gobierno. La estructura que se construirá junto al mar para captar agua también se ha modificado para reducir el impacto. Casi tres años paradas Las obras han estado interrumpidas casi por completo durante dos años y medio o tres, dado que se han tenido que tramitar los cambios ante los organismos correspondientes.
2005. La necesidad de hacer modificaciones en el proyecto inicial interrumpió los trabajos en 2007, cuando se autorizaron las variaciones, que a lo largo de 2008 fueron sometidas a un estudio de impacto ambiental.
En su día, la ministra Cristina Narbona informó de que el incremento previsto en la producción de agua no variará la tarifa final que abonarán los consumidores.
El proyecto se ejecuta bajo el sistema de concesión, con lo que la empresa recuperará la inversión hecha para su construcción mediante la venta del agua por un periodo determinado de tiempo. El presupuesto ha sido de unos 14 millones de euros y ha contado con una aportación de ocho millones procedentes de los fondos de cohesión de la Unión Europea.
Esta será la tercera planta de desalación de agua de mar que entre en funcionamiento en la isla de Eivissa después de las de Eivissa y Sant Antoni. Su puesta en marcha conllevará un fuerte incremento del consumo de energía eléctrica en la central de GESA de Vila, ya que este tipo de instalaciones requiere de una elevada potencia energética para funcionar.