El agua del pantano del Ebro corre ya por los grifos de Santander por primera vez en la historia. El embalse abastece desde ayer, y durante al menos los próximos quince días, a la capital cántabra y a los municipios conectados a su red, Camargo y El Astillero. A Santander llega ahora un caudal de 475 litros por segundo.

El municipio recibe el agua a través del bitrasvase Ebro-Pas-Besaya, que permite el suministro desde la cabecera del río Ebro hasta la costa. Fue la escasa lluvia de los último tiempos la que obligó al Ayuntamiento a pedir la adopción de esta medida.

El consejero de Medio Ambiente del Gobierno regional, Francisco Martín, explicó que la solicitud de agua es por períodos de quince días y, salvo que llueva y el río Pas, que normalmente abastece a Santander, se recupere, la capital tendrá que pedir agua para otra quincena. Además, si el Ayuntamiento de Santander lo creyese necesario, también podrá pedir un aumento del caudal suministrado, ya que tiene derecho a recibir del bitrasvase hasta 1.250 litros por segundo, 775 más de la demanda actual. Según la propias palabras del consejero de Medio Ambiente sería «extraño» que llegara a demandar tal cantidad porque el municipio de Santander consume unos 750 litros por segundo. Santander, como otros municipios de la zona costera, son deficitarios en abastecimiento desde hace veinte años, y hasta la construcción de toda la infraestructura del trasvase del Ebro, hace 18 meses, «no había alternativa de donde coger más agua». El río Pas era la única opción, pero ahora esto ha cambiado.

Martín calificó como «buena noticia» tener este sistema de respaldo que permite que todos los cántabros vean reforzado su sistema de abastecimiento con agua del embalse del Ebro, que cuenta con 540 hectómetros cúbicos de capacidad, cuando el déficit de la zona costera regional son siete hectómetros, «una pequeñísima porción del Ebro». Además, esta medida ayudará a que el río Pas pueda mantener su caudal ecológico. «Se va a respetar lo que no se ha respetado en los últimos treinta años», señaló el consejero.

El año pasado, en estas fechas, el caudal del río estaba prácticamente seco, y a día de hoy se puede observar cómo muchos de esos tramos vuelven a estar en las mismas condiciones. Santander se abastece preferentemente de una captación de agua del Pas, situada en San Vicente de Toranzo, a la que ahora llegará el agua del pantano del Ebro, donde en estos momentos se almacenan 369 hectómetros cúbicos, es decir, está al 67% de su capacidad.

Se trata, por tanto, de la primera vez que el agua del Ebro llega a los grifos de los cántabros, abasteciendo el uso doméstico e industrial de cuencas que no son las del Besaya. De acuerdo con las condiciones que establece el funcionamiento del bitrasvase, la cuenca del Pas, que carece de presas de regulación, deberá devolver a la del Ebro todo el agua que reciba mientras dure el trasvase, en un período estimado de cuatro años.

«Lo básico es que el agua del embalse va a estar ahí para siempre, hasta 3.000 litros por segundo, por eso es una obra de presente, pero sobre todo de futuro», recalcó Martín.

El bitrasvase del Ebro-Pas-Besaya, una obra iniciada por el PP y concluida por el PSOE, es una infraestructura que permite a Cantabria abastecerse del pantano construido en 1952 en la comarca de Campoo. se trata de la segunda reserva de agua del valle del Ebro, con una capacidad total de 540 hectómetros cúbicos.

El sistema se concibió inicialmente para conectar los ríos Besaya y Pas, no sólo para asegurar sus caudales en verano, sino también para poder almacenar en el pantano del Ebro los excedentes de agua que ambos ríos tienen en invierno y que no logran regular. Después de toda la construcción, el Gobierno de Cantabria se conectó a la "Autovía del Agua" para poder garantizar el suministro de las principales poblaciones de la costa en cualquier momento de sequía. Parece que ese momento ha llegado. Estado que presentaba el Pas ayer a su paso por Toranzo.