Managua es la mayor y más importante urbe situada a orillas del Xolotlán, el segundo del país por su tamaño, sólo superado por el Cocibolca, y según declaró hoy Fidel Moreno, secretario general de la alcaldía, el nivel de las aguas ha aumentado en casi cuatro metros desde que comenzó la temporada de lluvias, en mayo pasado.
Hasta ahora, como consecuencia de las inundaciones, fue necesario evacuar a unas 900 personas que habitan en nueve barrios capitalinos ubicados en zonas cercanas a la orilla del lago, quienes fueron ubicadas en albergues provisionales, donde se les proporciona alimentos, medicinas, avituallamientos y atención sanitaria, explicó Moreno a un canal de la televisión local.
En el gobierno de la ciudad no se descarta que las aguas del lago suban hasta los 4,25 metros sobre el nivel del mar, algo que ya ocurrió en 1998, cuando el país fue azotado por el huracán Mitch.
Los servicios meteorológicos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) pronosticaron ayer que las lluvias serían intensas en septiembre y octubre y probablemente también en noviembre, primer mes de la temporada seca.
En Managua, las precipitaciones son intensas todos los días, generalmente en horas de la tarde o la noche, aunque hoy cayó un fuerte aguacero en las primeras horas de la mañana.
Sin embargo, directivos de la capital consultados por Prensa Latina dijeron que salvo el crecimiento del nivel del lago, el comportamiento de las lluvias en la ciudad es similar al de años anteriores.
Por eso, la mayor preocupación es la situación actual en el municipio de Tipitapa, situado en la periferia noreste de Managua, sobre todo por el crecimiento del río que une a los lagos Xolotlán y Cocibolca.
Según funcionarios de la alcaldía de Tipitapa, unas cinco mil personas han sido afectadas por las lluvias y las inundaciones, unos 50 kilómetros de caminos han sido destruidos y cuatro comunidades permanecen anegadas y aisladas como consecuencia de la crecida de los ríos.
Ante esa situación, las autoridades departamentales y municipales trabajan en un plan especial de emergencia, en coordinación con la Defensa civil, a fin de preservar la seguridad de las familias de ese municipio.