The hydrological year 2009-2010 is the third largest level of rainfall since 1971, according AEMET
Fri, 08/10/2010
Así, ha señalado que este periodo (1 de octubre de 2009-30 de septiembre de 2010) se cierra con un carácter en conjunto "muy húmedo" y con un 25 por ciento más de lluvias de lo habitual, ya que con el cálculo definitivo, este año ha llovido en España 840 litros por metro cuadrado, cuando la precipitación media normal son 660 litros por metro cuadrado, unos 180 litros por metro cuadrado más.
Para el portavoz de la AEMET este superávit se debe principalmente a las abundantes lluvias del trimestre diciembre-febrero, cuando se produjo una "situación atípica en los últimos años", lo que ha producido un trimestre con el doble de precipitaciones en la zona sur y que provocó, además, gran parte del déficit registrado en el tercio norte peninsular.
El superávit ha sido "especialmente importante" en el tercio sur peninsular, mientras que amplias zonas del Mediterráneo y de la vertiente cantábrica el año hidrológico ha sido algo más seco de lo normal.
El año fue "muy húmedo" en la mayoría de Andalucía, zonas del sur de Castilla-La Mancha y oeste de Castilla y León e las islas occidentales del archipiélago canario; ligero superávit registraron zonas de la vertiente atlántica, La Rioja, sur de Navarra, este de Castilla-La Mancha, Murcia, áreas del norte y del sur de Aragón y de Cataluña. El año ha sido más seco en la mayor parte de las regiones cantábricas, norte y oeste de Galicia, extremos norte y sur de Cataluña, zona central de Aragón, parte de Canarias y zonas del sur de Castilla y León, norte de Madrid y norte de Castilla-La Mancha. El déficit "más acusado" se registró en el norte de Valencia, extremo oeste de Galicia y en Fuerteventura.
OCTUBRE Y NOVIEMBRE SECOS
Los meses de octubre y noviembre fueron "secos" en la mayor parte de España. Este periodo fue "especialmente deficitario" en lluvias, con valores que no llegaron a la mitad de los valores normales, en la mitad suroriental peninsular y en ambos archipiélagos.
Mientras, a mediados de diciembre la situación meteorológica predominante "cambió de forma radical" y se inició un periodo de precipitaciones "abundantes", que afectó de forma más acusada a las regiones del tercio sur peninsular.
Además, esta situación estuvo marcada por el claro predominio de los vientos de poniente y el paso de sucesivas borrascas de origen atlántico, se mantuvo a lo largo de los meses de enero, febrero y marzo, de forma que el valor de la precipitación media en España acumulada sobre el cuatrimestre diciembre de 2009-marzo de 2010 superó los 500 litros por metro cuadrado, el doble del correspondiente valor medio del periodo.
Igualmente durante abril, mayo y junio, las lluvias se han situado en su conjunto en torno a sus valores medios, de modo que "el importante superávit" de precipitaciones del invierno se mantuvo durante la primavera, con un promedio de unos 220 litros por metro cuadrado a finales de junio.
Finalmente, durante el verano, los meses de julio y agosto tuvieron un carácter "más seco de lo normal", sobre julio, mes en que las precipitaciones apenas llegaron al 50 por ciento de su valor medio. Mientras, en septiembre las lluvias se distribuyeron de forma "muy irregular" y su valor medio estuvo en torno a un 25 por ciento por debajo de lo habitual para ese periodo. De este modo, durante el trimestre estival el superávit redujo "gradualmente" aunque "de forma ligera" el "importante superávit" de precipitaciones que se había acumulado en el invierno.
Para el portavoz de la AEMET este superávit se debe principalmente a las abundantes lluvias del trimestre diciembre-febrero, cuando se produjo una "situación atípica en los últimos años", lo que ha producido un trimestre con el doble de precipitaciones en la zona sur y que provocó, además, gran parte del déficit registrado en el tercio norte peninsular.
El superávit ha sido "especialmente importante" en el tercio sur peninsular, mientras que amplias zonas del Mediterráneo y de la vertiente cantábrica el año hidrológico ha sido algo más seco de lo normal.
El año fue "muy húmedo" en la mayoría de Andalucía, zonas del sur de Castilla-La Mancha y oeste de Castilla y León e las islas occidentales del archipiélago canario; ligero superávit registraron zonas de la vertiente atlántica, La Rioja, sur de Navarra, este de Castilla-La Mancha, Murcia, áreas del norte y del sur de Aragón y de Cataluña. El año ha sido más seco en la mayor parte de las regiones cantábricas, norte y oeste de Galicia, extremos norte y sur de Cataluña, zona central de Aragón, parte de Canarias y zonas del sur de Castilla y León, norte de Madrid y norte de Castilla-La Mancha. El déficit "más acusado" se registró en el norte de Valencia, extremo oeste de Galicia y en Fuerteventura.
OCTUBRE Y NOVIEMBRE SECOS
Los meses de octubre y noviembre fueron "secos" en la mayor parte de España. Este periodo fue "especialmente deficitario" en lluvias, con valores que no llegaron a la mitad de los valores normales, en la mitad suroriental peninsular y en ambos archipiélagos.
Mientras, a mediados de diciembre la situación meteorológica predominante "cambió de forma radical" y se inició un periodo de precipitaciones "abundantes", que afectó de forma más acusada a las regiones del tercio sur peninsular.
Además, esta situación estuvo marcada por el claro predominio de los vientos de poniente y el paso de sucesivas borrascas de origen atlántico, se mantuvo a lo largo de los meses de enero, febrero y marzo, de forma que el valor de la precipitación media en España acumulada sobre el cuatrimestre diciembre de 2009-marzo de 2010 superó los 500 litros por metro cuadrado, el doble del correspondiente valor medio del periodo.
Igualmente durante abril, mayo y junio, las lluvias se han situado en su conjunto en torno a sus valores medios, de modo que "el importante superávit" de precipitaciones del invierno se mantuvo durante la primavera, con un promedio de unos 220 litros por metro cuadrado a finales de junio.
Finalmente, durante el verano, los meses de julio y agosto tuvieron un carácter "más seco de lo normal", sobre julio, mes en que las precipitaciones apenas llegaron al 50 por ciento de su valor medio. Mientras, en septiembre las lluvias se distribuyeron de forma "muy irregular" y su valor medio estuvo en torno a un 25 por ciento por debajo de lo habitual para ese periodo. De este modo, durante el trimestre estival el superávit redujo "gradualmente" aunque "de forma ligera" el "importante superávit" de precipitaciones que se había acumulado en el invierno.