The dam of Santo Estevo returns to be full after six months of works
Tue, 09/11/2010
El embalse de Santo Estevo, situado en el río Sil entre el municipio lucense de Sober y el ourensano de Nogueira de Ramuín, ha recuperado el nivel de agua del que disponía hace algo más de seis meses, justo antes de que por unas obras de ampliación de la central hidroeléctrica la empresa Iberdrola se viese obligada a soltar agua hasta rebajar la cuota a treinta metros.
Ello supuso pasar de unos 180 hectómetros cúbicos almacenados a solamente 66 y que la Diputación Provincial tuviese que amarrar los catamaranes turísticos por el Cañón do Sil.
Los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil indicaban que, a las cinco de la tarde de ayer, el embalse se encontraba al 88,47% de su capacidad, lo que se corresponde con 188 hectómetros cúbicos de los 213 posibles embalsados. La presa de Santo Estevo estaba soltando a esa hora 115 metros cúbicos de agua por segundo.
Desde Iberdrola indicaron que habían dado por concluida «la maniobra de recuperación de nivel y que el embalse estaba con más agua que otros años por las mismas fechas». El llenado se realizó a un ritmo que varió entre los 1,5 y los 2 metros al día, operación que duró tres semanas y que se completó con una mínima suelta de agua.
La hidroeléctrica realizó importantes obras en la presa para añadirle 176 megavatios a los 263 que producía.
El proyecto está presupuestado en 127 millones de euros, de los que ya han sido invertidos 63, principalmente para hacer un túnel de 500 metros de longitud bajo la montaña por los que pasará el agua a un nuevo generador.
Iberdrola destacó que tales tareas se han realizado «en un tiempo récord, ya que aunque el proyecto inicial contemplaba llevarlos a cabo en dos campañas de verano, el equipo técnico ha concentrado sus esfuerzos para concluirlos en una única fase».
En cuanto a otro importante plan de aprovechamiento hidroeléctrico de esta empresa para el embalse de Santo Estevo, la construcción de una nueva central con el nombre de Santa Cristina que supondrá una inversión de 517 millones de euros y que funcionará bajo el sistema de bombeo puro, Iberdrola dijo que está a la espera de la declaración de impacto ambiental favorable. Embarcadero de los catamaranes de la Diputación en el río Sil a la altura de Doade. La situación de la presa de Belesar, entre O Saviñao y Chantada, en el río Miño, es la más preocupante en cuanto a niveles de capacidad, ya que solamente tiene embalsados 144 hectómetros cúbicos de los 654 posibles, lo que implica que esté al 22% de sus posibilidades. La falta de lluvias durante este otoño ha causado tal situación, como la que presenta el embalse de Vilasouto, en O Incio, y que nutre de agua a los ríos Mao y Cabe para las traídas de Monforte y Bóveda, así como al regadío del Val de Lemos. Esta presa está al 38% de su capacidad, con 7,7 hectómetros cúbicos de los 20 que puede embalsar. En mejor situación se encuentra la presa de O Peares, también en el río Miño, pues con 178 hectómetros cúbicos embalsados sobre 182 previsto está al 97,8%. Otra de las presas importantes de la zona, la existente en Montefurado (Quiroga) en el río Sil, está al 83%, al disponer de 8,78 hectómetros de 10 posibles.
Ello supuso pasar de unos 180 hectómetros cúbicos almacenados a solamente 66 y que la Diputación Provincial tuviese que amarrar los catamaranes turísticos por el Cañón do Sil.
Los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil indicaban que, a las cinco de la tarde de ayer, el embalse se encontraba al 88,47% de su capacidad, lo que se corresponde con 188 hectómetros cúbicos de los 213 posibles embalsados. La presa de Santo Estevo estaba soltando a esa hora 115 metros cúbicos de agua por segundo.
Desde Iberdrola indicaron que habían dado por concluida «la maniobra de recuperación de nivel y que el embalse estaba con más agua que otros años por las mismas fechas». El llenado se realizó a un ritmo que varió entre los 1,5 y los 2 metros al día, operación que duró tres semanas y que se completó con una mínima suelta de agua.
La hidroeléctrica realizó importantes obras en la presa para añadirle 176 megavatios a los 263 que producía.
El proyecto está presupuestado en 127 millones de euros, de los que ya han sido invertidos 63, principalmente para hacer un túnel de 500 metros de longitud bajo la montaña por los que pasará el agua a un nuevo generador.
Iberdrola destacó que tales tareas se han realizado «en un tiempo récord, ya que aunque el proyecto inicial contemplaba llevarlos a cabo en dos campañas de verano, el equipo técnico ha concentrado sus esfuerzos para concluirlos en una única fase».
En cuanto a otro importante plan de aprovechamiento hidroeléctrico de esta empresa para el embalse de Santo Estevo, la construcción de una nueva central con el nombre de Santa Cristina que supondrá una inversión de 517 millones de euros y que funcionará bajo el sistema de bombeo puro, Iberdrola dijo que está a la espera de la declaración de impacto ambiental favorable. Embarcadero de los catamaranes de la Diputación en el río Sil a la altura de Doade. La situación de la presa de Belesar, entre O Saviñao y Chantada, en el río Miño, es la más preocupante en cuanto a niveles de capacidad, ya que solamente tiene embalsados 144 hectómetros cúbicos de los 654 posibles, lo que implica que esté al 22% de sus posibilidades. La falta de lluvias durante este otoño ha causado tal situación, como la que presenta el embalse de Vilasouto, en O Incio, y que nutre de agua a los ríos Mao y Cabe para las traídas de Monforte y Bóveda, así como al regadío del Val de Lemos. Esta presa está al 38% de su capacidad, con 7,7 hectómetros cúbicos de los 20 que puede embalsar. En mejor situación se encuentra la presa de O Peares, también en el río Miño, pues con 178 hectómetros cúbicos embalsados sobre 182 previsto está al 97,8%. Otra de las presas importantes de la zona, la existente en Montefurado (Quiroga) en el río Sil, está al 83%, al disponer de 8,78 hectómetros de 10 posibles.