The works of a giant hydroelectric in the Brazilian Amazonia begins
Tue, 08/03/2011
Las obras de la central hidroeléctrica de Belo Monte, un proyecto gigantesco en la selva amazónica que ha generado una gran polémica en Brasil por sus posibles daños al ecosistema, comenzaron hoy, informaron fuentes oficiales.
El consorcio Norte Energía inició hoy los trabajos de apisonado del terreno donde será construida la represa, en el municipio de Altamira (estado de Pará, norte), a las orillas del río Xingú, uno de los principales afluentes del Amazonas, según informó la estatal Agencia Brasil.
Belo Monte costará 10.600 millones de dólares y generará 11.233 megavatios en las épocas de crecida, según los cálculos del Gobierno, por lo que será la tercera mayor represa del mundo, por detrás de la de Tres Gargantas (China) e Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay.
La obra ha causado recelos entre los ecologistas, los campesinos e indios que viven en la zona, que temen que se degrade la calidad de las aguas del río Xingú por la inmensa pared de cemento que se levantará y que obligará a inundar cerca de 516 kilómetros cuadrados de selva expulsando de sus casas a cerca de 50.000 vecinos.
Hace dos semanas, un juez federal canceló el permiso previo a las obras porque entendió que el organismo ambiental del Gobierno lo concedió de forma apresurada, sin que el consorcio de constructoras presentase garantías sobre decenas de requisitos, incluyendo los planes para la recuperación de las zonas degradadas.
No obstante, otro juez anuló esa orden cuando el Gobierno presentó la apelación y volvió a conceder permiso para el inicio de los trabajos de esta obra, que las autoridades consideran como esencial para el desarrollo de la región amazónica.
Los opositores al proyecto advierten que la represa amenazará con la extinción de 372 especies de peces que viven en el río Xingú y consideran que la obra es demasiado costosa para el volumen de energía que se puede generar.
El consorcio Norte Energía inició hoy los trabajos de apisonado del terreno donde será construida la represa, en el municipio de Altamira (estado de Pará, norte), a las orillas del río Xingú, uno de los principales afluentes del Amazonas, según informó la estatal Agencia Brasil.
Belo Monte costará 10.600 millones de dólares y generará 11.233 megavatios en las épocas de crecida, según los cálculos del Gobierno, por lo que será la tercera mayor represa del mundo, por detrás de la de Tres Gargantas (China) e Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay.
La obra ha causado recelos entre los ecologistas, los campesinos e indios que viven en la zona, que temen que se degrade la calidad de las aguas del río Xingú por la inmensa pared de cemento que se levantará y que obligará a inundar cerca de 516 kilómetros cuadrados de selva expulsando de sus casas a cerca de 50.000 vecinos.
Hace dos semanas, un juez federal canceló el permiso previo a las obras porque entendió que el organismo ambiental del Gobierno lo concedió de forma apresurada, sin que el consorcio de constructoras presentase garantías sobre decenas de requisitos, incluyendo los planes para la recuperación de las zonas degradadas.
No obstante, otro juez anuló esa orden cuando el Gobierno presentó la apelación y volvió a conceder permiso para el inicio de los trabajos de esta obra, que las autoridades consideran como esencial para el desarrollo de la región amazónica.
Los opositores al proyecto advierten que la represa amenazará con la extinción de 372 especies de peces que viven en el río Xingú y consideran que la obra es demasiado costosa para el volumen de energía que se puede generar.