E. ON will invest 600 million to expand to 1,000 MW hydroelectric plant Aguayo (Cantabria)
Thu, 10/03/2011
E.ON España invertirá 600 millones de euros en ampliar en 1.000 megavatios (MW) la capacidad de la central hidroeléctrica de Aguayo, que alcanzará así los 1.360 MW y se convertirá en la segunda central hidráulica del país y la quinta central eléctrica si se tienen en cuenta todos los tipos de producción.
Con esta ampliación, la instalación tendrá mayor potencia que cualquiera de las centrales nucleares españolas y producirá anualmente 2 millones de megavatios hora (MW/h), cuatro veces su capacidad actual y equivalente al 50 por ciento de la energía que se consume al año en Cantabria.
La previsión es que las obras comiencen en el primer trimestre de 2014 y se prolonguen hasta comienzos de 2018. Pero ya en 2017 empezarán a funcionar los primeros grupos de generación.
Para la ampliación de la central no será necesario abordar ningún tipo de obra en los dos embalses que utiliza la instalación actual. Lo que se hará será construir dos tuberías subterráneas y una nueva central, también enterrada, que permitirán acelerar el proceso de bombeo entre ambos embalses y, en consecuencia, tener más tiempo la central en condiciones de producir energía.
El proyecto, uno de los de mayor magnitud abordados por E.ON en este tipo de centrales, ha sido presentado este miércoles en rueda de prensa por el presidente de la compañía en España, el cántabro Miguel Antoñanzas, y por el presidente y la vicepresidenta regional, Miguel Ángel Revilla y Dolores Gorostiaga.
Según han señalado, se trata de un gran proyecto que conjuga la generación de energía limpia con un nulo impacto ambiental, dado que toda la construcción quedará enterrada.
Y además han subrayado su contribución a la "flexibilidad" del sistema eléctrico, ya que este tipo de centrales, además de ser capaces de generar energía de forma inmediata en los momentos de mayor demanda, son consumidoras de la energía excedente cuando la producción renovable (eólica y solar) es superior a la demanda.
EL CICLO PASARÁ A SER DIARIO
Tras destacar que se trata de uno de los proyectos "más ambiciosos e innovadores" acometidos "nunca" por E.ON en España, el presidente de la compañía ha explicado que supondrá acelerar el proceso que ya desarrolla la central actual.
La producción en Aguayo se realiza utilizando el agua de dos embalses: uno superior, el de Mediajo, de 10 hectómetros cúbicos; y otro inferior, el de Alsa, de 22,9 hm3, y moviendo ese agua entre ellos. Al caer el agua se genera la energía, y después se bombea de nuevo al depósito superior para repetir el proceso.
En la actualidad, lo que se hace normalmente es producir energía durante la semana, cuando se producen picos de demanda eléctrica, mientras el fin de semana, cuando desciende el consumo, se bombea de nuevo el agua al embalse superior, un proceso que tarda 33 horas.
Lo que se va a conseguir con la construcción de la segunda central es acelerar ese proceso y pasar a un ciclo diario. El bombeo al embalse superior sólo necesitará 8 horas y se podrá generar "mucha más potencia de golpe" durante seis horas, tal como ha comentado Antoñanzas.
De esta forma, se responde mejor a las necesidades de flexibilidad derivadas del aumento del peso de las energías renovables en el sistema eléctrico español, ya que la producción de energías como la solar o la eólica no se puede controlar y "fluctúan mucho".
La ventaja de las centrales hidroeléctricas es que tienen capacidad de respuesta inmediata para empezar a generar electricidad cuando falta energía de esas otras fuentes renovables (porque no hay sol o viento) y, además, pueden consumir la electricidad generada por la eólica y la solar cuando hay un exceso. Y es que, por cada 1.000 MW que produce una hidroeléctrica, consume 300.
Pero además de aportar "flexibilidad" al sistema, la central reducirá la dependencia energética en una cantidad equivalente a 440.000 toneladas de petróleo.
OBRAS Y TRÁMITES
Para la ampliación de la central, E.ON construirá dos tuberías subterráneas de 1.500 metros de longitud y una nueva central en una 'caverna', también excavada, de 40 metros de altura, por 20 de ancho y 80 de longitud. La sala de generación tendrá cuatro grupos de turbinas reversibles con una potencia de 250 MW cada una.
La empresa ya ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) la modificación de su actual concesión de aguas y que se pronuncie sobre la necesidad o no de someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental.
También se ha presentado solicitud ante Red Eléctrica de España (REE) para acceder a la red de transporte para poder evacuar la nueva producción. Según ha señalado Antoñanzas, para evacuar la energía las opciones pueden ser "repotenciar" la línea actual que conecta la central con la subestación de Aguayo, o construir una nueva línea en paralelo.
La idea es que las obras, de cuatro años de duración, puedan comenzar en el primer trimestre de 2014 y estén terminadas a principios de 2018, aunque los primeros grupos empezarán a funcionar en 2017. E.ON estima que en los momentos de mayor actividad se llegará a emplear a unas mil personas en las obras.
Miguel Antoñanzas ha subrayado que la empresa se siente "orgullosa" de poder contribuir a impulsar la economía de Cantabria, cuna de la antigua Viesgo, un compromiso que ha reconocido y agradecido la vicepresidenta regional.
Gorostiaga ha señalado que E.ON "sigue apostando" por la región y también por la energía limpia con un proyecto que, además, encaja con la estrategia que se ha marcado el Gobierno autonómico en el Plan Energético de Cantabria 2005-2011.
Por su parte, el presidente regional se ha felicitado por este "macroproyecto" que es "ya irreversible" y que, a su juicio, es un "proyecto perfecto", ya que no tiene ningún impacto visual, va a producir energía renovable, es "la mayor inversión en la historia de Cantabria", va a generar el 50% del consumo energético cántabro y va a convertir a la región en "excedentaria".
Con esta ampliación, la instalación tendrá mayor potencia que cualquiera de las centrales nucleares españolas y producirá anualmente 2 millones de megavatios hora (MW/h), cuatro veces su capacidad actual y equivalente al 50 por ciento de la energía que se consume al año en Cantabria.
La previsión es que las obras comiencen en el primer trimestre de 2014 y se prolonguen hasta comienzos de 2018. Pero ya en 2017 empezarán a funcionar los primeros grupos de generación.
Para la ampliación de la central no será necesario abordar ningún tipo de obra en los dos embalses que utiliza la instalación actual. Lo que se hará será construir dos tuberías subterráneas y una nueva central, también enterrada, que permitirán acelerar el proceso de bombeo entre ambos embalses y, en consecuencia, tener más tiempo la central en condiciones de producir energía.
El proyecto, uno de los de mayor magnitud abordados por E.ON en este tipo de centrales, ha sido presentado este miércoles en rueda de prensa por el presidente de la compañía en España, el cántabro Miguel Antoñanzas, y por el presidente y la vicepresidenta regional, Miguel Ángel Revilla y Dolores Gorostiaga.
Según han señalado, se trata de un gran proyecto que conjuga la generación de energía limpia con un nulo impacto ambiental, dado que toda la construcción quedará enterrada.
Y además han subrayado su contribución a la "flexibilidad" del sistema eléctrico, ya que este tipo de centrales, además de ser capaces de generar energía de forma inmediata en los momentos de mayor demanda, son consumidoras de la energía excedente cuando la producción renovable (eólica y solar) es superior a la demanda.
EL CICLO PASARÁ A SER DIARIO
Tras destacar que se trata de uno de los proyectos "más ambiciosos e innovadores" acometidos "nunca" por E.ON en España, el presidente de la compañía ha explicado que supondrá acelerar el proceso que ya desarrolla la central actual.
La producción en Aguayo se realiza utilizando el agua de dos embalses: uno superior, el de Mediajo, de 10 hectómetros cúbicos; y otro inferior, el de Alsa, de 22,9 hm3, y moviendo ese agua entre ellos. Al caer el agua se genera la energía, y después se bombea de nuevo al depósito superior para repetir el proceso.
En la actualidad, lo que se hace normalmente es producir energía durante la semana, cuando se producen picos de demanda eléctrica, mientras el fin de semana, cuando desciende el consumo, se bombea de nuevo el agua al embalse superior, un proceso que tarda 33 horas.
Lo que se va a conseguir con la construcción de la segunda central es acelerar ese proceso y pasar a un ciclo diario. El bombeo al embalse superior sólo necesitará 8 horas y se podrá generar "mucha más potencia de golpe" durante seis horas, tal como ha comentado Antoñanzas.
De esta forma, se responde mejor a las necesidades de flexibilidad derivadas del aumento del peso de las energías renovables en el sistema eléctrico español, ya que la producción de energías como la solar o la eólica no se puede controlar y "fluctúan mucho".
La ventaja de las centrales hidroeléctricas es que tienen capacidad de respuesta inmediata para empezar a generar electricidad cuando falta energía de esas otras fuentes renovables (porque no hay sol o viento) y, además, pueden consumir la electricidad generada por la eólica y la solar cuando hay un exceso. Y es que, por cada 1.000 MW que produce una hidroeléctrica, consume 300.
Pero además de aportar "flexibilidad" al sistema, la central reducirá la dependencia energética en una cantidad equivalente a 440.000 toneladas de petróleo.
OBRAS Y TRÁMITES
Para la ampliación de la central, E.ON construirá dos tuberías subterráneas de 1.500 metros de longitud y una nueva central en una 'caverna', también excavada, de 40 metros de altura, por 20 de ancho y 80 de longitud. La sala de generación tendrá cuatro grupos de turbinas reversibles con una potencia de 250 MW cada una.
La empresa ya ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) la modificación de su actual concesión de aguas y que se pronuncie sobre la necesidad o no de someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental.
También se ha presentado solicitud ante Red Eléctrica de España (REE) para acceder a la red de transporte para poder evacuar la nueva producción. Según ha señalado Antoñanzas, para evacuar la energía las opciones pueden ser "repotenciar" la línea actual que conecta la central con la subestación de Aguayo, o construir una nueva línea en paralelo.
La idea es que las obras, de cuatro años de duración, puedan comenzar en el primer trimestre de 2014 y estén terminadas a principios de 2018, aunque los primeros grupos empezarán a funcionar en 2017. E.ON estima que en los momentos de mayor actividad se llegará a emplear a unas mil personas en las obras.
Miguel Antoñanzas ha subrayado que la empresa se siente "orgullosa" de poder contribuir a impulsar la economía de Cantabria, cuna de la antigua Viesgo, un compromiso que ha reconocido y agradecido la vicepresidenta regional.
Gorostiaga ha señalado que E.ON "sigue apostando" por la región y también por la energía limpia con un proyecto que, además, encaja con la estrategia que se ha marcado el Gobierno autonómico en el Plan Energético de Cantabria 2005-2011.
Por su parte, el presidente regional se ha felicitado por este "macroproyecto" que es "ya irreversible" y que, a su juicio, es un "proyecto perfecto", ya que no tiene ningún impacto visual, va a producir energía renovable, es "la mayor inversión en la historia de Cantabria", va a generar el 50% del consumo energético cántabro y va a convertir a la región en "excedentaria".