The water covers an area of Australia equal to France and Germany
Tue, 04/01/2011
El Ejército y los servicios de socorro australianos trabajaban ayer a destajo para ayudar a la población del estado de Queensland afectada por las peores inundaciones en cincuenta años. Y se espera que lo peor está aún por venir, ya que se prevé que las inundaciones no disminuyan a lo largo del mes de enero. En 200.000 se estima el número de afectados por las crecidas, que dejaron bajo el agua una región similar a Francia y Alemania juntas.
Las Fuerzas Armadas australianas consiguieron garantizar ayer el abastecimiento de los 75.000 habitantes de la localidad de Rockhampton, en la costa este, que se preparan para vivir al menos otras dos jornadas de inundaciones. «Contamos con que el agua alcanzará su nivel máximo en las próximas 48 horas», afi rmó el jefe de policía Ian Stewart.
La ciudad continúa prácticamente aislada, pero los soldados consiguieron transportar sufi ciente comida, agua potable y material médico para superar la situación de emergencia, informó el mayor John Carter.
Los suministros llegaron por avión hasta la vecina Mackay y después fueron trasladados hasta Rockhampton por la única carretera que aún conecta la población con el exterior. Se espera que hoy también esa vía quede inundada. A partir de entonces solo podrá llegarse a la localidad en barco o helicóptero.
La primera ministra australiana, Julia Gillard, anunció que se entregarán fondos de urgencia para los sectores más afectados por el desastre, en particular los agricultores.
Desde fi nales de noviembre, diez personas en total han muerto debido a las lluvias torrenciales y las inundaciones. El balance de fallecidos en Queensland aumentó ayer a tres muertes, con el descubrimiento de dos cuerpos de dos hombres desaparecidos el sábado.
Las Fuerzas Armadas australianas consiguieron garantizar ayer el abastecimiento de los 75.000 habitantes de la localidad de Rockhampton, en la costa este, que se preparan para vivir al menos otras dos jornadas de inundaciones. «Contamos con que el agua alcanzará su nivel máximo en las próximas 48 horas», afi rmó el jefe de policía Ian Stewart.
La ciudad continúa prácticamente aislada, pero los soldados consiguieron transportar sufi ciente comida, agua potable y material médico para superar la situación de emergencia, informó el mayor John Carter.
Los suministros llegaron por avión hasta la vecina Mackay y después fueron trasladados hasta Rockhampton por la única carretera que aún conecta la población con el exterior. Se espera que hoy también esa vía quede inundada. A partir de entonces solo podrá llegarse a la localidad en barco o helicóptero.
La primera ministra australiana, Julia Gillard, anunció que se entregarán fondos de urgencia para los sectores más afectados por el desastre, en particular los agricultores.
Desde fi nales de noviembre, diez personas en total han muerto debido a las lluvias torrenciales y las inundaciones. El balance de fallecidos en Queensland aumentó ayer a tres muertes, con el descubrimiento de dos cuerpos de dos hombres desaparecidos el sábado.