The Cedex conditions the works in the Guadalmedina river to improve the channel

Thu, 13/01/2011

La Opinión de Málaga

El embovedamiento del cauce del río Guadalmedina es posible, pero con condiciones. El Centro de Estudio y Experimentación (Cedex), dependiente del Ministerio de Fomento, ha avalado la idea de cubrir la gran cicatriz de Málaga, pero siempre que se adopten una serie de medidas que incrementarán la capacidad de desagüe del río y la seguridad ante las grandes avenidas.

El Cedex, en las conclusiones de un estudio encargado hace medio año por la Fundación Ciedes, pone de relieve la falta de seguridad del cauce ante riadas de grandes dimensiones, con caudales superiores a los 600 metros cúbicos de agua por segundo, que es el límite máximo para el que está preparado. De hecho, detalla que, de recibir entre 700 y 800 metros cúbicos de agua por lluvia, se producirían notables daños en varios de los 20 puentes del tramo urbano del Guadalmedina, independientemente de su embovedamiento.

El informe demuestra lo obvio con pruebas de ordenador y con maquetas: que el cauce tiene capacidad para asumir riadas de 600 metros cúbicos por segundo, para lo que fue diseñado. Si se supera, Málaga sufrirá inundaciones por el entorno de Atarazanas y daños en varios puentes, como en los de Tetuán, el Carmen, Gounod o el del ferrocarril del puerto.

Ante esta circunstancia, el Cedex propone aumentar la seguridad del cauce antes de plantear el embovedamiento. Para ello propone tres medidas para prevenir los efectos destructivos de una riada de grandes dimensiones, como unas nuevas normas para regular los desembalses del pantano del Limonero y reducir el caudal circulante por el río Guadalmedina.

Las otras dos condiciones requieren de una importante inversión previa a cubrir y darle uso ciudadano al cauce. El Cedex recomienda «la ejecución de determinadas derivaciones a otros cauces», de manera que haya menos aportes de agua al tramo urbano del río por debajo del pantano. La tercera medida a adoptar es la mejora técnica del propio cauce «para aumentar su capacidad» para la recepción y desagüe.

Tras un año de espera, el Cedex ha remitido estas conclusiones sobre el embovedamiento del Guadalmedina a la Fundación Ciedes. Sin embargo, el estudio, más que marcar un camino concreto, abre el panorama a diferentes interpretaciones y a las tradicionales disputas políticas que lastran los proyectos en Málaga.

No entra a responder la pregunta principal, como es la conveniencia del embovedamiento, y sí aborda la seguridad del actual cauce ante las riadas. Un problema de capacidad El ingeniero José Alba, de Urbaconsult, subraya que el informe del Cedex «es una obviedad, porque el cauce está preparado para recibir 600 metros cúbicos de agua y si llegan 800, se desbordarán 200 metros cúbicos y Málaga tendrá un problema». En este sentido, reiteró que el debate no es el embovedamiento, sino conseguir «que nunca lleguen al tramo urbano del Guadalmedina más de 600 metros cúbicos de agua por segundo», que es el actual límite de capacidad.

Alba recordó que Urbaconsult realizó uno de los dos informes -el otro fue de Ayesa- que, en 1999, abrieron el debate sobre el uso ciudadano de los 3 kilómetros de trazado urbano del Guadalmedina. En este sentido, puntualizó que el embovedamiento mejoraría la capacidad del cauce al eliminar saltos y los puentes, que pueden estrangular el paso del agua. No obstante, insistió en que la clave está en adoptar medidas que reduzcan la llegada de aportes al tramo urbano y ampliar «el desagüe de fondo del Limonero para evitar que rebose». Además, mostró su temor de que la cercanía de las elecciones locales afecte a un debate «en el que hay que buscar el mayor consenso». Reacciones El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Pedro Moreno Brenes, señaló ayer que las exigencias del Cedex hacen inviable el embovedamiento por su elevado coste, estimado en un mínimo de 800 millones de euros. Moreno Brenes planteó que la mejor solución es la creación de un parque fluvial en el interior del cauce que se recuperaría con arbolado y vegetación de ribera.

El grupo municipal socialista aprovechó también para reclamar el plan de choque «prometido» por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para adecentar y limpiar el cauce del río Guadalmedina.

Ciedes tiene la última palabra El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, aseguró ayer que la Fundación Ciedes será la que «tome las decisiones» sobre el proyecto para integración del tramo final del río Guadalmedina. Díaz Trillo indicó que su departamento dispone del informe del Cedex desde el pasado 28 de diciembre, fecha en la que se preparó una documentación complementaria desde la Agencia Andaluza del Agua -remitida a la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga-, al objeto de que ésta sirva a Ciedes para trabajar en las distintas alternativas. Desde la presa del Limonero Los 3 kilómetros de tramo urbano del río Guadalmedina cuentan con 20 puentes o pasarelas desde el Limonero hasta la desembocadura: la autovía A-7, ramal de la autovía, Gounod, Bruckner, Borodin, Palmilla, Valle-Inclán, Rosaleda, Armiñán, Aurora, Trinidad, Puente de los Alemanes, Esperanza, Tetuán, Misericordia, una pasarela peatonal, Carmen, Antonio Machado, ferrocarril y Pescadería.

CAPACIDAD DE DESAGÜE

El actual encauzamiento del río Guadalmedina tiene capacidad para asumir un máximo de 600 metros cúbicos de agua por segundo, a partir de esa cifra se producirían inundaciones y daños en los puentes, lo que obligaría a adoptar una medidas preventivas antes de abordar un hipotético embovedamiento.

EL ORIGEN

Dos estudios realizados en 1999 por encargo del Ayuntamiento de Málaga, realizados por Urbaconsult y Ayesa, abrieron el debate del embovedamiento, un viejo sueño de la ciudad para evitar las inundaciones y cubrir la actual gran cicatriz que separa la ciudad. El debate surgió de inmediato sobre los peligros de cubrir el cauce y el coste de alguna alternativa planteada.