El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Manuel Fernández, ha calificado como "un paso más" que el proyecto de dragado del río Guadalquivir tenga que recibir el visto bueno del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana y cumplir todas las condiciones ambientales que se establecen en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de 2003, así como integrar en el proyecto de dragado las conclusiones del Informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), incluidas las referidas a la mejora de la dinámica del estuario y su flora y fauna.

En declaraciones a Europa Press, Fernández ha destacado este sábado que "se están cumpliendo todos los procedimientos" y la postura del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) a la espera de la decisión del Consejo de Doñana y saber si cumple la DIA "era lo que se esperaba y se había fijado desde 2003".

No obstante, el presidente del Puerto ha dejado claro que "el dragado es necesario", porque, según razona, "por el río baja mucha cantidad de lodo o animales muertos, entre otros materiales, de ahí la necesidad de limpieza". En cambio, "si no es así", alerta Fernández, "pasaría lo mismo que en Écija", aludiendo con ello a las inundaciones registradas en dicha localidad sevillana tras desbordarse el cauce del arroyo Argamasilla.

Entretanto, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla han analizado este pasado viernes los efectos ambientales del proyecto del dragado del río Guadalquivir para mejorar los accesos al puerto de Sevilla.

Al respecto, fuentes del MARM han precisado a Europa Press que una vez acatados los términos de la DIA y del informe del CSIC, el proyecto tiene que pasar por la aprobación del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, presidido por Felipe González, que emitirá un informe no vinculante.

LA ÚLTIMA PALABRA DEL MARM

"El proyecto tiene que tener el visto bueno de Doñana", han asegurado, añadiendo que éste volvería después al MARM, departamento que tiene la última palabra sobre el asunto, para decidir finalmente sobre la viabilidad del dragado del estuario del río Guadalquivir.

En este sentido, han reiterado que el proyecto tiene que contar con "el visto bueno del Parque Nacional". Además, por otro lado, han apuntado que el proyecto debe contar con las cautelas establecidas al respecto por el CSIC para garantizar tanto la protección del Parque Nacional de Doñana como la flora y la fauna autóctona.

La DIA, publicada en el BOE el 2 de octubre de 2003, establece entre otras condiciones que con el objetivo de proteger las márgenes del río Guadalquivir en el ámbito del Parque Nacional de Doñana, se realizará un proyecto constructivo en el que se detallarán el tipo de estructuras necesarias, las zonas concretas de actuación y el oleaje máximo que pueden soportar.

El citado proyecto al que hacía alusión la declaración tenía que ser aprobado por la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Andalucía, de la que forman parte la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, órgano desaparecido con el traspaso de competencias sobre el Parque Natural de la Administración central a la autonómica. Posteriormente tenía que ser remitido al antiguo Patronato del Parque Nacional de Doñana, hoy Consejo de Participación, para su preceptivo informe, antes de ser enviado al MARM.