Greenhouse gases from human origin have increased the risk of flooding, according to studies
Thu, 17/02/2011
Los gases de efecto invernadero de origen humano han aumentado de forma significativa la probabilidad de precipitaciones fuertes y el riesgo de inundaciones locales, según dos estudios de la Universidad de Victoria en Canadá y ETH Zurich en Suiza, respectivamente, que se publican en la revista "Nature". Los descubrimientos se encuentran entre las primeras identificaciones formales de la contribución humana a los episodios hidrológicos extremos.
Se ha sugerido con anterioridad que el calentamiento global influido por el ser humano podría ser en parte responsable de los aumentos en las precipitaciones fuertes. Sin embargo, dada la limitada disponibilidad de las observaciones diarias, la mayoría de estudios hasta la fecha han examinado sólo la posible detectabilidad de los cambios en la precipitación a través de comparaciones entre modelos.
El equipo de Francis Zwiers en Canadá estudió las lluvias entre 1951 y 1999 en las áreas terrestres del hemisferio norte, incluyendo Norte América y Eurasia (incluyendo India).
Los resultados muestran que los aumentos inducidos por los humanos en los gases de efecto invernadero han contribuido a la intensificación observada en los episodios de precipitación fuerte identificados en dos terceras partes de los datos cubiertos en las áreas terrestres del hemisferio norte.
En otro estudio, Pardeep Pall y su grupo de investigadores en Reino Unido observaron las inundaciones en este país entre octubre y noviembre del 2000, el otoño más húmedo en Inglaterra y Gales desde que se comenzaron a conservar los registros en 1766.
Los autores generaron varios miles de simulaciones estacionales de previsiones climáticas sobre el otoño del 2000, tanto bajo condiciones realistas como incluyendo emisiones de gases de efecto invernadero que podían haberse dado y un calentamiento global resultante a gran escala que nunca se produjo.
Los resultados mostraron que en uno de cada diez casos su modelo indica que las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano en el siglo XX aumentaron el riesgo de inundaciones en Inglaterra y Gales en más de un 20 por ciento y en dos de cada tres casos en más de un 90 por ciento.
Los investigadores subrayan que su trabajo sólo se refiere a tipos de inundación similares a los de Reino Unido en el 2000; sin embargo, sugieren que su marco de trabajo podría ser un método para evaluar cómo los factores externos podrían estar afectando a la probabilidad de otros tipos de episodios, incluyendo los que podrían deberse con menos probabilidad al cambio climático, como las inundaciones por el derretimiento de la nieve.
Se ha sugerido con anterioridad que el calentamiento global influido por el ser humano podría ser en parte responsable de los aumentos en las precipitaciones fuertes. Sin embargo, dada la limitada disponibilidad de las observaciones diarias, la mayoría de estudios hasta la fecha han examinado sólo la posible detectabilidad de los cambios en la precipitación a través de comparaciones entre modelos.
El equipo de Francis Zwiers en Canadá estudió las lluvias entre 1951 y 1999 en las áreas terrestres del hemisferio norte, incluyendo Norte América y Eurasia (incluyendo India).
Los resultados muestran que los aumentos inducidos por los humanos en los gases de efecto invernadero han contribuido a la intensificación observada en los episodios de precipitación fuerte identificados en dos terceras partes de los datos cubiertos en las áreas terrestres del hemisferio norte.
En otro estudio, Pardeep Pall y su grupo de investigadores en Reino Unido observaron las inundaciones en este país entre octubre y noviembre del 2000, el otoño más húmedo en Inglaterra y Gales desde que se comenzaron a conservar los registros en 1766.
Los autores generaron varios miles de simulaciones estacionales de previsiones climáticas sobre el otoño del 2000, tanto bajo condiciones realistas como incluyendo emisiones de gases de efecto invernadero que podían haberse dado y un calentamiento global resultante a gran escala que nunca se produjo.
Los resultados mostraron que en uno de cada diez casos su modelo indica que las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano en el siglo XX aumentaron el riesgo de inundaciones en Inglaterra y Gales en más de un 20 por ciento y en dos de cada tres casos en más de un 90 por ciento.
Los investigadores subrayan que su trabajo sólo se refiere a tipos de inundación similares a los de Reino Unido en el 2000; sin embargo, sugieren que su marco de trabajo podría ser un método para evaluar cómo los factores externos podrían estar afectando a la probabilidad de otros tipos de episodios, incluyendo los que podrían deberse con menos probabilidad al cambio climático, como las inundaciones por el derretimiento de la nieve.