Los Fondos recaudados se destinarán para el abastecimiento de agua potable en escuelas infantiles de Ghana

El Agua es un recurso natural vital para el ser humano y sus sociedades, quizás sea el que más directamente está implicado en su supervivencia. Es por ello por lo que es preciso considerar que el acceso al agua de calidad es un Derecho inalienable del ser humano, un Derecho Universal de todos los habitantes de este Planeta.

Pero tan solo el uno por ciento del agua de la Tierra puede ser utilizada para el uso humano, y sin embargo en los últimos años se ha triplicado su consumo, lo cual provoca que se deban aplicar sistemas eficientes en su gestión si no se desea llegar a situaciones críticas, las cuales son catalizadas por la pobreza, la desigualdad social y los abusos de poder, así como en políticas erradas de gestión del agua que agravan su escasez e incrementan la degradación ambiental añadida.

Algunos datos hacen ver los enormes déficits planetarios a nivel de gestión hídrica: así según Naciones Unidas, casi 1.000 millones de personas (una sexta parte de la población mundial) carece de agua potable. Además 2,6 mil millones de personas en el mundo viven sin servicios de saneamiento adecuados, provocando que unas 10.000 personas mueran cada día (4.000 de ellos son niños) por enfermedades relacionadas con problemas de saneamiento y agua. El impacto de servicios inadecuados de agua y saneamiento recae principalmente sobre los países de las Regiones más pobres: África y Asia en particular.

Pero además un nuevo actor interrumpe en el drama. El Cambio Climático ya está provocando alteraciones evidentes en el ciclo hídrico agudizando los problemas del agua, muy especialmente en estas zonas del planeta que ya lo sufrían (África muy en particular). Así se están produciendo desplazamientos en masa de población a lugares que, en muchas ocasiones, ya adolecen de un recurso válido para todos. Estos “Refugiados Ambientales”, son una llamada de alerta que todos debemos escuchar, pues su Seguridad es también la de los países ricos, causantes en su mayor parte del calentamiento global del planeta.

Esta Seguridad se circunscribe a muchos ámbitos entre los que quizás destaque la alimentaria, puesta en cuestión por el elevado incremento de los precios de cereales básicos para la nutrición de los habitantes de países pobres, debido (además de procesos especulativos de mercado) al aumento global de las temperaturas.

Por todo ello, la ineficaz gestión del agua puede ser causa de conflictos que pueden llegar a ser enormes catalizadores de miseria, de degradación social y ambiental (van íntimamente ligadas), en definitiva, de pobreza e inestabilidad que a su vez hacen más acuciante la resolución para evitar que el conflicto social de hoy llegue a ser bélico mañana. Por eso una gestión adecuada del agua es un instrumento para la paz mundial.

En base a todo esto, en un muy próximo futuro la gestión del agua en el planeta será uno de los temas más importantes del debate social y de las agendas políticas. Para contribuir a resolver esta situación, Naciones Unidas puso en marcha los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), uno de los cuales es reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas sin acceso al agua. Desgraciadamente este objetivo está lejos de cumplirse pues los desequilibrios no sólo se mantienen sino que se incrementan.

Se requiere, por tanto, un decidido apoyo de las instituciones públicas y sus gobiernos (fundamentalmente de los países ricos) en el cumplimiento de este objetivo como es mejorar los déficits hídricos en los países pobres. Pero las iniciativas públicas de ayuda al desarrollo también pueden y deben venir complementadas con otras de carácter privado, que de alguna manera restituyan al planeta los recursos que de él han tomado para su beneficio. Estas empresas demostrarían así su Responsabilidad Global en el desarrollo integral de las sociedades humanas, poniendo en marcha sus compromisos declarados en Memorias corporativas donde manifiestan especial sensibilidad en la sostenibilidad como base de su acción.

En este marco concreto es donde se debe encuadrar la colaboración entre Green Cross Internacional1 y Giorgio Armani en una campaña conjunta con el lema “Agua para la Vida” cuyo objetivo inicial es poner en marcha el Proyecto “Agua eficiente para Escuelas Verdes” en Ghana. El reto global del Proyecto consiste en facilitar, al menos, el acceso a 40 millones de litros de agua potable y, para ello, determinados productos de Armani (colonias como “Acua di Gio” y “Acua di Gioia”) ayudarán a recaudar fondos que irán destinados a la construcción de sistemas de almacenamiento de agua de lluvia en centros educativos y a la creación de sistemas de pozos que faciliten agua potable a la comunidad en diferentes regiones rurales de Ghana, en primera instancia. Con un mejor acceso al agua, se mejora la educación y disminuye el absentismo escolar, especialmente entre las niñas, contribuyendo a la equidad de género.

Por cada envase de perfume vendido, Giorgio Armani destinará 100 litros de agua. Además los consumidores de los productos serán invitados a continuar, mediante un código personal reflejado en el interior de la caja del perfume, con su acción en Internet pudiendo duplicar la cantidad de agua potable donada y se ha creado un grupo en Facebook (www.facebook.com/acquaforlife) específico de la campaña que destinará 10 litros de agua por cada adhesión.

Con este innovador modelo de colaboración el Grupo Armani, de enorme prestigio mundial en distintos sectores (con más de 5.000 puestos de trabajo directos), da continuidad a distintas actuaciones que a lo largo de estos últimos años ha desarrollado integradas en su política de Responsabilidad Social (lucha contra el Sida, apoyo a UNICEF, etc.), ayudando de la mano de Green Cross Internacional, por primera vez, a implementar en un ámbito integral como es la gestión del agua, una gestión que precisa la solidaridad de todos.

Fuente: http://www.greencross.org.es/index.php?option=com_content&task=view&id=2...