The contamination of the Vilasouto prey will get worse if it continues the heat
Thu, 14/04/2011
El Progreso
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) vinculó ayer a la climatología la evolución de la mancha rojiza detectada en el agua del embalse de Vilasouto (O Incio), de tal forma que la situación empeorará si continúan las altas temperaturas.
La CHMS reiteró que se trata de cianobacterias -similares a un alga-, si bien serán los análisis que se están realizando los que confirmen si contienen toxinas.
Mientras, el organismo de cuenca aconseja también a los usuarios de traídas procedentes del embalse de Vilasouto que de momento no utilicen para consumo humano esta agua, en la misma línea de las recomendaciones realizadas por los alcaldes de los municipios de O Incio y Bóveda.
Estos regidores solicitaron una analítica urgente a la Consellería de Sanidade para determinar la potabilidad del agua, resultados que se espera obtener en breve para obrar en consecuencia.
La Confederación dijo descartar «por completo» cualquier relación entre las alteraciones detectadas en el agua de la presa y las obras que ejecuta este organismo para reparar un derrumbe en la carretera que bordea el embalse.
También desvincula el tono rojizo del efecto del polen localizado en esta época en otros ríos, de modo que atribuye exclusivamente la alteración -que afecta a la mitad del embalse- a la presencia de las cianobacterias.
Según este organismo, no existen remedios para eliminar estos elementos del agua, salvo «aumentar la capacidad de retención del embalse» y confiar en que varíe la climatología y bajen las temperaturas. De producirse esta situación, añadió, las cianobacterias desaparecerán por sí mismas.
La CHMS tampoco baraja la opción de instalar en la presa medidas de contención, dado que, según su versión, éstas sólo son efectivas en el caso de vertidos. Aspecto que presentaba el martes el agua del embalse de Vilasouto, con tonalidad rojiza.
La CHMS reiteró que se trata de cianobacterias -similares a un alga-, si bien serán los análisis que se están realizando los que confirmen si contienen toxinas.
Mientras, el organismo de cuenca aconseja también a los usuarios de traídas procedentes del embalse de Vilasouto que de momento no utilicen para consumo humano esta agua, en la misma línea de las recomendaciones realizadas por los alcaldes de los municipios de O Incio y Bóveda.
Estos regidores solicitaron una analítica urgente a la Consellería de Sanidade para determinar la potabilidad del agua, resultados que se espera obtener en breve para obrar en consecuencia.
La Confederación dijo descartar «por completo» cualquier relación entre las alteraciones detectadas en el agua de la presa y las obras que ejecuta este organismo para reparar un derrumbe en la carretera que bordea el embalse.
También desvincula el tono rojizo del efecto del polen localizado en esta época en otros ríos, de modo que atribuye exclusivamente la alteración -que afecta a la mitad del embalse- a la presencia de las cianobacterias.
Según este organismo, no existen remedios para eliminar estos elementos del agua, salvo «aumentar la capacidad de retención del embalse» y confiar en que varíe la climatología y bajen las temperaturas. De producirse esta situación, añadió, las cianobacterias desaparecerán por sí mismas.
La CHMS tampoco baraja la opción de instalar en la presa medidas de contención, dado que, según su versión, éstas sólo son efectivas en el caso de vertidos. Aspecto que presentaba el martes el agua del embalse de Vilasouto, con tonalidad rojiza.