Over a 70% of the Zaragoza inhabitants usually drink water of the faucet
Fri, 20/05/2011
El abastecimiento de la capital aragonesa con agua procedente del Pirineo ha hecho que más del 70% de los ciudadanos beba habitualmente del grifo, según los datos de una encuesta coordinada por la Universidad de Zaragoza, a la que contestaron 155 hogares del barrio del Actur.
Esta consulta complementa el estudio sobre el uso del agua en los hogares de la ciudad, con la evolución de este tipo de consumo doméstico en los últimos dos años.
Las principales conclusiones de la investigación indican que el 71,61% de los encuestados bebe habitualmente agua del grifo, de ellos, el 25,16% filtrada y el 46,45% sin filtrar, frente al 50,31% que lo hacía en mayo del 2009 (15,48% filtrada y 34,83%sin filtrar).
Entre quienes han cambiado sus hábitos de consumo, pasando del agua embotellada a la del grifo, el 85,71% lo ha hecho motivado por el cambio de sabor, y únicamente el 6,12% aduce para ello razones económicas, informaron ayer fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.
Si se atiende exclusivamente a la motivación de los hogares que han cambiado agua embotellada por agua del grifo sin filtrar, el 100% alega el cambio de sabor. El porcentaje que se reduce ligeramente (hasta el 85%) cuando el cambio ha sido de agua embotellada por agua del grifo filtrada. Esto pone de manifiesto la relevancia que los hogares atribuyen al sabor del agua en la decisión de cambio en el tipo de agua de boca consumida habitualmente.
En un primer estudio, casi la mitad (46,87%) de los zaragozanos consumían para beber agua del grifo y el 51,56% utilizaban agua embotellada.
CATA Además, la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) realizó el pasado mes de abril una campaña de catas de agua en tres centros comerciales diferentes de la ciudad, en las que se recogieron 744 cuestionarios que fueron cumplimentados por las personas que participaron en ellas.
El 71% de los participantes no apreció ningún sabor en el agua del grifo y el 21% encontró un sabor débil o moderado, mientras que el 65% manifestó que bebe habitualmente agua del grifo y el 93% consideró que su calidad es buena (47%) o aceptable (46%).
Asimismo, el 83% manifestó expresamente que le gusta el agua de Zaragoza y sólo el 7% opinó que su calidad es deficiente.
La capital aragonesa recibe agua procedente del Pirineo desde julio del 2010. Hasta ese momento se bebía la procedente del canal Imperial. Este cambio posibilitó que la dureza que proporciona el calcio se redujera hasta en un 60%, pasando de muy dura a media, mientras que los niveles de sales como sulfatos, cloruros y sodio disminuyeron hasta en un 90%.
La materia orgánica y en suspensión del agua del sistema Yesa - Bardenas - acequia de Sora - embalse de La Loteta también redujo los valores de la que se recibía anteriormente, lo que permitió reducir la cantidad de cloro. A lo que no afectó tanto el cambio de origen fue a la turbidez del agua ya tratada.
Esta consulta complementa el estudio sobre el uso del agua en los hogares de la ciudad, con la evolución de este tipo de consumo doméstico en los últimos dos años.
Las principales conclusiones de la investigación indican que el 71,61% de los encuestados bebe habitualmente agua del grifo, de ellos, el 25,16% filtrada y el 46,45% sin filtrar, frente al 50,31% que lo hacía en mayo del 2009 (15,48% filtrada y 34,83%sin filtrar).
Entre quienes han cambiado sus hábitos de consumo, pasando del agua embotellada a la del grifo, el 85,71% lo ha hecho motivado por el cambio de sabor, y únicamente el 6,12% aduce para ello razones económicas, informaron ayer fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.
Si se atiende exclusivamente a la motivación de los hogares que han cambiado agua embotellada por agua del grifo sin filtrar, el 100% alega el cambio de sabor. El porcentaje que se reduce ligeramente (hasta el 85%) cuando el cambio ha sido de agua embotellada por agua del grifo filtrada. Esto pone de manifiesto la relevancia que los hogares atribuyen al sabor del agua en la decisión de cambio en el tipo de agua de boca consumida habitualmente.
En un primer estudio, casi la mitad (46,87%) de los zaragozanos consumían para beber agua del grifo y el 51,56% utilizaban agua embotellada.
CATA Además, la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) realizó el pasado mes de abril una campaña de catas de agua en tres centros comerciales diferentes de la ciudad, en las que se recogieron 744 cuestionarios que fueron cumplimentados por las personas que participaron en ellas.
El 71% de los participantes no apreció ningún sabor en el agua del grifo y el 21% encontró un sabor débil o moderado, mientras que el 65% manifestó que bebe habitualmente agua del grifo y el 93% consideró que su calidad es buena (47%) o aceptable (46%).
Asimismo, el 83% manifestó expresamente que le gusta el agua de Zaragoza y sólo el 7% opinó que su calidad es deficiente.
La capital aragonesa recibe agua procedente del Pirineo desde julio del 2010. Hasta ese momento se bebía la procedente del canal Imperial. Este cambio posibilitó que la dureza que proporciona el calcio se redujera hasta en un 60%, pasando de muy dura a media, mientras que los niveles de sales como sulfatos, cloruros y sodio disminuyeron hasta en un 90%.
La materia orgánica y en suspensión del agua del sistema Yesa - Bardenas - acequia de Sora - embalse de La Loteta también redujo los valores de la que se recibía anteriormente, lo que permitió reducir la cantidad de cloro. A lo que no afectó tanto el cambio de origen fue a la turbidez del agua ya tratada.