A bacterium requires prohibit the bath on the beaches of San Andres and La Malagueta
Fri, 10/06/2011
ún no se sabe qué ha pasado ni de dónde procede, pero la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga han decidido por precaución cerrar las playas de La Malagueta y San Andrés ante la detección de altos niveles de una bacteria asociada a las aguas fecales en un análisis rutinario realizado el pasado lunes. Un precinto policial en la orilla y una bandera roja ondeando impide el baño desde ayer por la tarde y todo apunta a que continuará así hasta la semana que viene. La contaminación microbiológica hallada en estas zonas de baño de la capital se debe, según pudo saber ayer este periódico, a la bacteria Entrerococcus E. coli en una cantidad 12 veces superior a la permitida por la legislación vigente.
De momento, ni la Junta de Andalucía ni el Consistorio de la capital han dado una versión oficial que explique a qué se debe, aunque la principal hipótesis que se baraja es que podría haber sido por culpa de un vertido puntual de aguas fecales. La Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) no tiene constancia de que se produjera ningún vertido de forma accidental en la red municipal el lunes cuando los técnicos de la Delegación Provincial de Salud tomaron las muestras del agua de las playas, por lo que ayer mismo realizaron sus propios análisis para tratar de despejar el origen de esta contaminación y se prevé tenerlos listos el domingo.
Uno de los motivos que podrían explicar la presencia de la bacteria en estas playas tan cercanas al puerto es que haya sido un barco el responsable del vertido de las aguas fecales, según precisaron las mismas fuentes, ya que la prohibición del baño se limita a cien metros a la derecha y a la izquierda del punto de muestreo del Club Náutico y la misma distancia en a ambos lados en la zona de baño de San Andrés. Ante la duda, la medida decretada en las playas de La Malagueta y San Andrés podría prolongarse hasta la semana que viene. El Ayuntamiento de la capital está a la espera de los resultados de los nuevos análisis que mañana y el lunes volverá a realizar la Delegación Provincial de Salud y que deberán aclarar si siguen manteniendo los altos niveles de la bacteria Enterococcus E. coli.
La concentración de esta bacteria hallada en el mar está muy por encima del límite que establece el Real Decreto 1341/07 para las aguas de baño fijado en tan sólo 500 unidades de coli fecal, aunque hasta 2007 el máximo permitido era de 2.000. Aunque pueda parecer una cantidad muy elevada, no lo es tanto si se compara con la que suelen entrar las aguas fecales a la depuradora y que oscilan entre los 100.000.000 y los 1.000.000.000 de unidades de la bacteria E. coli. Pero una vez completado el proceso de depuración, las aguas residuales se vierten al mar con no más de 100 ó 200 unidades siempre y cuando se haya hecho de forma correcta.
La concejal de Playas en el Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, aseguró que se acatará la decisión de la Junta de cerrar las playas al baño 'porque es nuestra responsabilidad, pero la suya es que el agua esté limpia y mejorar el saneamiento integral'. Ayer la imagen en ambas playas era desoladora y, a unas pocas semanas de empezar el verano, apenas había unos cuantos bañistas tomando el sol porque la presencia policial impedía a los bañistas acercarse a la orilla. De momento, la medida no ha causado una gran alarma entre los vecinos de la zona, pero sí exigen que se resuelva cuánto antes. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Unidad, Ramón Carlos Morales, se mostró preocupado debido a que el inicio de la temporada de baño está a punto de comenzar y exigió que 'se investigue si ha habido responsabilidad institucional o privada'.
De momento, ni la Junta de Andalucía ni el Consistorio de la capital han dado una versión oficial que explique a qué se debe, aunque la principal hipótesis que se baraja es que podría haber sido por culpa de un vertido puntual de aguas fecales. La Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) no tiene constancia de que se produjera ningún vertido de forma accidental en la red municipal el lunes cuando los técnicos de la Delegación Provincial de Salud tomaron las muestras del agua de las playas, por lo que ayer mismo realizaron sus propios análisis para tratar de despejar el origen de esta contaminación y se prevé tenerlos listos el domingo.
Uno de los motivos que podrían explicar la presencia de la bacteria en estas playas tan cercanas al puerto es que haya sido un barco el responsable del vertido de las aguas fecales, según precisaron las mismas fuentes, ya que la prohibición del baño se limita a cien metros a la derecha y a la izquierda del punto de muestreo del Club Náutico y la misma distancia en a ambos lados en la zona de baño de San Andrés. Ante la duda, la medida decretada en las playas de La Malagueta y San Andrés podría prolongarse hasta la semana que viene. El Ayuntamiento de la capital está a la espera de los resultados de los nuevos análisis que mañana y el lunes volverá a realizar la Delegación Provincial de Salud y que deberán aclarar si siguen manteniendo los altos niveles de la bacteria Enterococcus E. coli.
La concentración de esta bacteria hallada en el mar está muy por encima del límite que establece el Real Decreto 1341/07 para las aguas de baño fijado en tan sólo 500 unidades de coli fecal, aunque hasta 2007 el máximo permitido era de 2.000. Aunque pueda parecer una cantidad muy elevada, no lo es tanto si se compara con la que suelen entrar las aguas fecales a la depuradora y que oscilan entre los 100.000.000 y los 1.000.000.000 de unidades de la bacteria E. coli. Pero una vez completado el proceso de depuración, las aguas residuales se vierten al mar con no más de 100 ó 200 unidades siempre y cuando se haya hecho de forma correcta.
La concejal de Playas en el Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, aseguró que se acatará la decisión de la Junta de cerrar las playas al baño 'porque es nuestra responsabilidad, pero la suya es que el agua esté limpia y mejorar el saneamiento integral'. Ayer la imagen en ambas playas era desoladora y, a unas pocas semanas de empezar el verano, apenas había unos cuantos bañistas tomando el sol porque la presencia policial impedía a los bañistas acercarse a la orilla. De momento, la medida no ha causado una gran alarma entre los vecinos de la zona, pero sí exigen que se resuelva cuánto antes. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Unidad, Ramón Carlos Morales, se mostró preocupado debido a que el inicio de la temporada de baño está a punto de comenzar y exigió que 'se investigue si ha habido responsabilidad institucional o privada'.