The Concello activated its emergency plan against drought at the critical state of the reservoirs
Thu, 20/10/2011
Las medidas ya adoptadas por el Concello ante la escasez de agua en los embalses, con la reducción de los baldeos y la paralización de fuentes, darán paso a otras más duras en noviembre si sigue sin llover. La junta de gobierno ha aprobado el plan de emergencia municipal, que programa los pasos a seguir para reducir el consumo ante la posibilidad de una sequía extrema. La fase actual es de "alerta", con reservas para 90 días en Eiras y 85 en Zamáns. Si el otoño sigue siendo seco, en menos de tres semanas se aplicará la declaración de "escasez severa", lo que implicará el envío de cartas a los ciudadanos, la emisión de un bando municipal y la solicitud a la Xunta de que reduzca por segunda vez en lo que va de año el caudal ecológico, aquel que sale de las presas río abajo para garantizar el mantenimiento del ecosistema.
Vigo y los demás concellos a los que abastecen los embalses de Eiras y Zamáns consumen 112 millones de litros de agua a diario. Con las restricciones de uso en los servicios municipales ya en marcha y la intensificación del control de fugas en la red de abastecimiento el plan prevé lograr un ahorro del 5%. Si se baja del umbral de los 70 días el objetivo es recortar el consumo un 10%, y de llegarse a menos de 40 días las medidas implicarían una reducción de 28 millones de litros al día (el 25%). Ésta sería la etapa de "emergencia", en la que ya se establecerían prohibiciones específicas a los ciudadanos como la de lavar coches, regar jardines y llenar piscinas. Además, se pondría en marcha una campaña divulgativa alertando sobre la gravedad de la situación. "Esta fase corresponde a una situación dramática en la que hay que recurrir a medidas drásticas de racionamiento del consumo", explican los técnicos.
La fase de emergencia también plantea el establecimiento de nuevas normas fiscales, en concreto un cambio de tarifas del agua y penalizaciones en caso de incumplirse las obligaciones impuestas. "Hay que incidir en los inevitables cambios de hábito", agregan desde el área de Fomento.
Por otra parte, el alcalde, Abel Caballero, anunció que ha llegado a un acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente para instalar una canalización que trasvase agua entre el río Verdugo y la presa de Eiras. "Se va a iniciar el proceso para elaborar el convenio. Será una conducción en alta cuya obra costará unos 20 millones e incluye una cantidad similar para mejorar la potabilizadora", expuso el regidor. Los trabajos se prolongarían durante un año, pero según Caballero la construcción arrancará de inmediato. "Ya no tendremos limitaciones para dar agua a Porriño, Nigrán, Baiona, el polígono de A Pasaxe o Gondomar", ejemplificó, para agregar que la obra se pagaría con remanentes de inversiones de Acuanorte, fondos europeos y la adjudicación a la baja de la futura depuradora. El acuerdo se alcanzó tras una charla con el secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, y el director general de Acuanorte, Juan Carlos Martín Fragueiro.
El conselleiro de Medio Ambiente se reunió el lunes con ambos altos cargos y visitó ayer Vigo para informar del resultado y tratar con la delegada de la Xunta, Lucía Molares, la situación de los embalses. Hernández calificó de "inviable", a preguntas de los periodistas, la propuesta que anunció Caballero. "Ya quedó claro en las reuniones técnicas desde la perspectiva ambiental", apuntó. La propuesta que maneja la Xunta es la de un bombeo desde la parte baja del citado río hasta la estación potabilizadora de O Casal. "Hay que evaluarlo, pues afecta al río y a los bancos marisqueros", indicó Hernández, quien sí defiende la necesidad de ampliar las instalaciones de O Casal y criticó al Concello al considerar que pudo haberse hecho ya. "Es lamentable que Vigo gastara cientos de millones en mejora de entornos urbanos y no en la mejora de la potabilizadora, que es imprescindible", reprobó el conselleiro. Sobre el estado de las presas afirma que "es complicada pero aún no suficiente para declarar la alerta del plan autonómico de sequía".
Vigo y los demás concellos a los que abastecen los embalses de Eiras y Zamáns consumen 112 millones de litros de agua a diario. Con las restricciones de uso en los servicios municipales ya en marcha y la intensificación del control de fugas en la red de abastecimiento el plan prevé lograr un ahorro del 5%. Si se baja del umbral de los 70 días el objetivo es recortar el consumo un 10%, y de llegarse a menos de 40 días las medidas implicarían una reducción de 28 millones de litros al día (el 25%). Ésta sería la etapa de "emergencia", en la que ya se establecerían prohibiciones específicas a los ciudadanos como la de lavar coches, regar jardines y llenar piscinas. Además, se pondría en marcha una campaña divulgativa alertando sobre la gravedad de la situación. "Esta fase corresponde a una situación dramática en la que hay que recurrir a medidas drásticas de racionamiento del consumo", explican los técnicos.
La fase de emergencia también plantea el establecimiento de nuevas normas fiscales, en concreto un cambio de tarifas del agua y penalizaciones en caso de incumplirse las obligaciones impuestas. "Hay que incidir en los inevitables cambios de hábito", agregan desde el área de Fomento.
Por otra parte, el alcalde, Abel Caballero, anunció que ha llegado a un acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente para instalar una canalización que trasvase agua entre el río Verdugo y la presa de Eiras. "Se va a iniciar el proceso para elaborar el convenio. Será una conducción en alta cuya obra costará unos 20 millones e incluye una cantidad similar para mejorar la potabilizadora", expuso el regidor. Los trabajos se prolongarían durante un año, pero según Caballero la construcción arrancará de inmediato. "Ya no tendremos limitaciones para dar agua a Porriño, Nigrán, Baiona, el polígono de A Pasaxe o Gondomar", ejemplificó, para agregar que la obra se pagaría con remanentes de inversiones de Acuanorte, fondos europeos y la adjudicación a la baja de la futura depuradora. El acuerdo se alcanzó tras una charla con el secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, y el director general de Acuanorte, Juan Carlos Martín Fragueiro.
El conselleiro de Medio Ambiente se reunió el lunes con ambos altos cargos y visitó ayer Vigo para informar del resultado y tratar con la delegada de la Xunta, Lucía Molares, la situación de los embalses. Hernández calificó de "inviable", a preguntas de los periodistas, la propuesta que anunció Caballero. "Ya quedó claro en las reuniones técnicas desde la perspectiva ambiental", apuntó. La propuesta que maneja la Xunta es la de un bombeo desde la parte baja del citado río hasta la estación potabilizadora de O Casal. "Hay que evaluarlo, pues afecta al río y a los bancos marisqueros", indicó Hernández, quien sí defiende la necesidad de ampliar las instalaciones de O Casal y criticó al Concello al considerar que pudo haberse hecho ya. "Es lamentable que Vigo gastara cientos de millones en mejora de entornos urbanos y no en la mejora de la potabilizadora, que es imprescindible", reprobó el conselleiro. Sobre el estado de las presas afirma que "es complicada pero aún no suficiente para declarar la alerta del plan autonómico de sequía".