The rains end up with about 70% of the crop in parts of northern Guatemala and southern
Fri, 28/10/2011
Las lluvias causadas por la depresión tropical 12-E, en su paso por Guatemala han dañado más del 70 por ciento de los cultivos maíz y frijol y alrededor del 40 por ciento de los cultivos de pashte y ajonjolí. Además entre el 20 y el 60 por ciento de las aves de corral han muerto como consecuencia de las riadas e inundaciones, según el balance de daños en el terreno (norte y sur del país) de Acción contra el Hambre.
El impacto en los medios de vida de las comunidades rurales de las cuencas bajas de los ríos Achiguate, Madre Linda, Los Esclavos y Paz, ha propiciado que la organización proponga llevar a cabo distribuciones de agua potable, equipos de higiene y de alimentos listos para cocinar sin fuego, así como la apertura de caminos dañados y puentes.
Durante la evaluación en 106 comunidades de siete municipios litorales en las que aún queda agua inundando los terrenos, se han contabilizado un total de 16.708 familias afectadas. Se estima que la mitad de los hogares de esos municipios han sido inundados o destruidos, con niveles de agua que sobrepasaban el metro y medio en muchos lugares.
"Toda esta lluvia está poniendo en peligro los frágiles medios de vida de la población", afirma el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué. "El hambre estacional se repite año tras año. Unas veces es la sequía y otras la lluvia. Es lo que pasa cuando se vive en una situación de riesgo constante".
Las infraestructuras de agua corriente y saneamiento están dañadas o completamente destruidas: 25 sistemas de agua potable han quedado dañados, así como 55 escuelas, centros de salud y centros comunes. Más de 12.300 pozos y 9.300 letrinas han quedado inhabilitados o parcialmente destruidos, como consecuencia de lo cual se está produciendo un aumento notable de infecciones respiratorias agudas y enfermedades diarreicas agudas, según la organización.
En las poblaciones de los departamentos del litoral aseguran que estas inundaciones han superado el impacto de inundaciones pasadas, pues se sufrieron varias consecutivas en ocho días y nunca habían alcanzado la altura y los daños causados como en esta ocasión.
A medio plazo, Acción contra el Hambre se está preparando para la limpieza y desinfección de pozos artesanales, así como para llevar a cabo programas de mano de obra intensiva para rehabilitar caminos y puentes. Se trabajará en el apoyo para la siembra de grano, básico para los pequeños productores, para la rehabilitación pecuaria de animales de granja y el fortalecimiento de las estructuras comunitarias para la preparación y respuesta a desastres.
El impacto en los medios de vida de las comunidades rurales de las cuencas bajas de los ríos Achiguate, Madre Linda, Los Esclavos y Paz, ha propiciado que la organización proponga llevar a cabo distribuciones de agua potable, equipos de higiene y de alimentos listos para cocinar sin fuego, así como la apertura de caminos dañados y puentes.
Durante la evaluación en 106 comunidades de siete municipios litorales en las que aún queda agua inundando los terrenos, se han contabilizado un total de 16.708 familias afectadas. Se estima que la mitad de los hogares de esos municipios han sido inundados o destruidos, con niveles de agua que sobrepasaban el metro y medio en muchos lugares.
"Toda esta lluvia está poniendo en peligro los frágiles medios de vida de la población", afirma el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué. "El hambre estacional se repite año tras año. Unas veces es la sequía y otras la lluvia. Es lo que pasa cuando se vive en una situación de riesgo constante".
Las infraestructuras de agua corriente y saneamiento están dañadas o completamente destruidas: 25 sistemas de agua potable han quedado dañados, así como 55 escuelas, centros de salud y centros comunes. Más de 12.300 pozos y 9.300 letrinas han quedado inhabilitados o parcialmente destruidos, como consecuencia de lo cual se está produciendo un aumento notable de infecciones respiratorias agudas y enfermedades diarreicas agudas, según la organización.
En las poblaciones de los departamentos del litoral aseguran que estas inundaciones han superado el impacto de inundaciones pasadas, pues se sufrieron varias consecutivas en ocho días y nunca habían alcanzado la altura y los daños causados como en esta ocasión.
A medio plazo, Acción contra el Hambre se está preparando para la limpieza y desinfección de pozos artesanales, así como para llevar a cabo programas de mano de obra intensiva para rehabilitar caminos y puentes. Se trabajará en el apoyo para la siembra de grano, básico para los pequeños productores, para la rehabilitación pecuaria de animales de granja y el fortalecimiento de las estructuras comunitarias para la preparación y respuesta a desastres.