Añarbe Dam holds about 10 million cubic meters of water to avoid its contribution to Urumea
Mon, 07/11/2011
La presa de Añarbe, en San Sebastián, ha retenido un total de 9.660.000 de metros cúbicos de agua, evitando su aportación al río Urumea, tras haberse producido una avenida de 308 litros por metro cuadrado en 56 horas. Esto ha supuesto una reducción media de 50 metros cúbicos por segundo de los caudales circulantes por el Urumea.
Según han explicado desde Aguas del Añarbe, desde el inicio de la avenida a las 0.00 horas del sábado hasta las 24 horas del domingo, la presa permaneció cerrada y reteniendo por completo en el embalse las enormes aportaciones del río Añarbe, que llegaron a ser de 187 metros cúbicos por segundo. De no haber sido así, el caudal circulante en esos momentos por el Urumea se hubiera visto incrementado en un 75 por ciento.
La entidad ha detallado que a las 24.00 horas del domingo, y una vez que se iniciaba el descenso de las precipitaciones y la consecuente disminución de los caudales de entrada al embalse y de los del río Urumea, se tuvo que proceder a un desembalse limitado y controlado mediante la apertura de uno de los desagües de fondo de la presa, con un caudal de 23 metros cúbicos por segundo.
Ese desembalse no supone más que una elevación de aproximadamente 20 centímetros en la altura del Urumea, lo que el nivel del río a esa hora permitía sin ocasionar ningún nuevo daño, después de los niveles mucho más elevados (hasta 3,80 metros) que ya había soportado durante todo el día.
En la mañana de este lunes se ha procedido a la apertura de nuevos dispositivos de desembalse que supondrán únicamente un caudal suplementario de 8 metros cúbicos por segundo.
Aguas del Añarbe procederá, tan pronto lo permita el descenso de los caudales del río, a nuevos desembalses controlados que pongan la Presa en situación de reposo y aseguren un resguardo (o "hueco") para el caso en que en semanas próximas puedan producirse nuevas precipitaciones intensas.
Según ha apuntado, el episodio de avenida se ha debido a la acción de una fuerte borrasca, procedente del Golfo de Génova y del sudeste francés, que ha descargado unas importantísimas precipitaciones (308 l/m2) en poco más de 2 días, lo que constituye una enorme concentración de lluvia en poco tiempo.
De hecho, la precipitación de un mes de noviembre medio en el embalse donostiarra asciende a 243 l/m2, por lo que la lluvia caída durante el episodio supone ya el 27 por ciento más de lo esperable en todo el mes.
Según han explicado desde Aguas del Añarbe, desde el inicio de la avenida a las 0.00 horas del sábado hasta las 24 horas del domingo, la presa permaneció cerrada y reteniendo por completo en el embalse las enormes aportaciones del río Añarbe, que llegaron a ser de 187 metros cúbicos por segundo. De no haber sido así, el caudal circulante en esos momentos por el Urumea se hubiera visto incrementado en un 75 por ciento.
La entidad ha detallado que a las 24.00 horas del domingo, y una vez que se iniciaba el descenso de las precipitaciones y la consecuente disminución de los caudales de entrada al embalse y de los del río Urumea, se tuvo que proceder a un desembalse limitado y controlado mediante la apertura de uno de los desagües de fondo de la presa, con un caudal de 23 metros cúbicos por segundo.
Ese desembalse no supone más que una elevación de aproximadamente 20 centímetros en la altura del Urumea, lo que el nivel del río a esa hora permitía sin ocasionar ningún nuevo daño, después de los niveles mucho más elevados (hasta 3,80 metros) que ya había soportado durante todo el día.
En la mañana de este lunes se ha procedido a la apertura de nuevos dispositivos de desembalse que supondrán únicamente un caudal suplementario de 8 metros cúbicos por segundo.
Aguas del Añarbe procederá, tan pronto lo permita el descenso de los caudales del río, a nuevos desembalses controlados que pongan la Presa en situación de reposo y aseguren un resguardo (o "hueco") para el caso en que en semanas próximas puedan producirse nuevas precipitaciones intensas.
Según ha apuntado, el episodio de avenida se ha debido a la acción de una fuerte borrasca, procedente del Golfo de Génova y del sudeste francés, que ha descargado unas importantísimas precipitaciones (308 l/m2) en poco más de 2 días, lo que constituye una enorme concentración de lluvia en poco tiempo.
De hecho, la precipitación de un mes de noviembre medio en el embalse donostiarra asciende a 243 l/m2, por lo que la lluvia caída durante el episodio supone ya el 27 por ciento más de lo esperable en todo el mes.