There are now 602 dead by the floods in 17 provinces of Thailand
Mon, 21/11/2011
Ya son 602 las muertes por las inundaciones, que afectan a 17 provincias del centro y noreste de Tailandia y mantienen anegadas varias zonas de la capital,según los datos de las autoridades que publican hoy los medios locales.
A pesar del descontento de algunos vecinos por la demora en el drenaje del agua, la situación ha mejorado en la mayoría de las zonas inundadas y el centro comercial de Bangkok se encuentra fuera de peligro.
El sábado pasado, la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, explicó que la situación se ha estabilizado y puede ahora garantizar que la tromba de agua que aún desciende del norte del país hacia el mar no entrará en el centro de la capital.
Aunque el centro financiero de Bangkok se ha salvado, muchos vecinos de la periferia de la capital han empezado a perder la paciencia tras semanas con sus casas inundadas con agua contaminada.
Estos afectados quieren que las autoridades no dediquen todos sus esfuerzos a salvar el centro y que los otros habitantes de Bangkok compartan la carga que sufren.
Los más impacientes destruyen por la noche o cuando no les ven los agentes del orden los muros de contención para liberar parte del agua que encharca sus barrios.
El jueves por la noche, seis personas resultaron heridas al estallar una bomba artesanal en un dique cercano al segundo aeropuerto de Don Muang, al norte de Bangkok, mientras un centenar de tailandeses intentaba reparar una brecha abierta por residentes de la zona inundada al otro lado de la barrera.
Las inundaciones comenzaron en julio por las fuertes lluvias del monzón y la gran cantidad de agua acumulada en los pantanos y han causado más cinco millones de damnificados, según el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres.
Las peores inundaciones en 50 años en Tailandia han anegado siete parques industriales, varias universidades y colegios y han forzado a cientos de miles de personas a vivir en centros de evacuación.
El problema principal no ha sido una mayor cantidad de precipitaciones este año que otros, sino la descoordinación de las autoridades para gestionar a través de la red de canales y embalses el agua caída.
A pesar del descontento de algunos vecinos por la demora en el drenaje del agua, la situación ha mejorado en la mayoría de las zonas inundadas y el centro comercial de Bangkok se encuentra fuera de peligro.
El sábado pasado, la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, explicó que la situación se ha estabilizado y puede ahora garantizar que la tromba de agua que aún desciende del norte del país hacia el mar no entrará en el centro de la capital.
Aunque el centro financiero de Bangkok se ha salvado, muchos vecinos de la periferia de la capital han empezado a perder la paciencia tras semanas con sus casas inundadas con agua contaminada.
Estos afectados quieren que las autoridades no dediquen todos sus esfuerzos a salvar el centro y que los otros habitantes de Bangkok compartan la carga que sufren.
Los más impacientes destruyen por la noche o cuando no les ven los agentes del orden los muros de contención para liberar parte del agua que encharca sus barrios.
El jueves por la noche, seis personas resultaron heridas al estallar una bomba artesanal en un dique cercano al segundo aeropuerto de Don Muang, al norte de Bangkok, mientras un centenar de tailandeses intentaba reparar una brecha abierta por residentes de la zona inundada al otro lado de la barrera.
Las inundaciones comenzaron en julio por las fuertes lluvias del monzón y la gran cantidad de agua acumulada en los pantanos y han causado más cinco millones de damnificados, según el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres.
Las peores inundaciones en 50 años en Tailandia han anegado siete parques industriales, varias universidades y colegios y han forzado a cientos de miles de personas a vivir en centros de evacuación.
El problema principal no ha sido una mayor cantidad de precipitaciones este año que otros, sino la descoordinación de las autoridades para gestionar a través de la red de canales y embalses el agua caída.