 Introducción
El agua es esencial para el desarrollo socioeconómico y para mantener sano el ecosistema ya que el incremento de la población y el desarrollo exige el aumento de las asignaciones de las aguas subterráneas y superficiales para el uso doméstico, la agricultura y los sectores industriales. La presión sobre los recursos hídricos se intensifica, provocando tensiones, conflictos entre usuarios, y excesiva presión sobre el medio ambiente.
La creciente tensión en los recursos de agua dulce provocada por el aumento de la demanda cada vez más derrochadora en su uso, así como por una creciente contaminación en todo el mundo, es motivo de grave preocupación. Existen varias formas de definir la escasez de agua. La definición utilizada en la elaboración de este programa se refiere a la escasez de agua como: el punto en que la impacto agregado de todos los usuarios incide en el suministro o la calidad del agua
en virtud de arreglos institucionales que prevalecen en la medida en que la demanda de todos los sectores, incluido el medio ambiente, no pueden estar satisfechos plenamente.
La escasez de agua es un concepto relativo y puede ocurrir en cualquier nivel de oferta o la demanda. La escasez puede ser una construcción social (un producto de la riqueza, las expectativas y costumbres comportamiento) o la consecuencia de alteración en los patrones de suministro provocados por el cambio climático. La escasez tiene diversas causas, la mayoría de las cuales pueden ser subsanadas. Una sociedad que se enfrenta a la escasez de agua por lo general tiene opciones. Sin embargo, la escasez a menudo tiene sus raíces en la falta de agua, y se da en las zonas áridas y semiáridas que son las regiones afectadas por las sequías y la variabilidad del clima, combinado con el crecimiento de la población y el desarrollo económico, provocando problemas de escasez de agua más agudos.
El uso del agua ha estado creciendo a más del doble de la tasa de aumento de la población en el siglo pasado, y,
aunque no existe una escasez mundial del agua como tal, un creciente número de regiones están crónicamente escasas de
agua. Para el año 2025, 1 800 millones de personas estarán viviendo en países o regiones con escasez absoluta de agua,
y las dos terceras partes de la población mundial podrían estar bajo condiciones de estrés. La situación se verá agravada con el rápido crecimiento de las zonas urbanas, donde hay una fuerte presión sobre los recursos hídricos.
La mayoría de los países en el Cercano Oriente y Norte de África sufren de aguda escasez de agua, al igual que países como Mexico, Pakistán, Sudáfrica, y grandes partes de China y la India.
La agricultura de regadío, que representa la mayor parte de la demanda de agua en estos países, es también por lo general es el primer sector afectado por la escasez de agua y el aumento de la carestía, lo que arroja un disminución de la capacidad para mantener la producción de alimentos per cápita de agua, cumpliendo al mismo tiempo necesidades para uso doméstico, industrial y medioambiental. Con el fin de sostener sus necesidades, estos países deben centrarse en el uso eficiente del agua (las aguas subterráneas, aguas superficiales y de lluvias) y estrategias en materia hídrica que potencien al máximo las consecuencias económicas y sociales de la escasez de agua y, al mismo tiempo aumentar la productividad del agua de todos los sectores. En este empeño, es necesario que haya una especial atención a las cuestiones relativas a la equidad en el acceso al agua y sobre los impactos sociales de las políticas de asignación de los recursos hídricos.
Los desequilibrios entre la disponibilidad y la demanda, la degradación de las aguas subterráneas y calidad de las aguas superficiales, intersectorial competencia, interregional e internacional conflictos, ponen todos los temas relacionados con el agua en un primer plano. Los cuerpos de agua dulce tienen una capacidad limitada para el proceso de cargas de contaminantes de los efluentes de expansión urbana, industrial y usos agrícolas. La degradación de la calidad del agua
puede ser una de las principales causas de la escasez de agua.
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